Conseguir un hogar acogedor, equilibrado y con estilo, no es sólo cuestión de presupuesto. Muchas veces, los errores más típicos al decorar la casa nacen de decisiones tomadas de forma rápida o bien por tendencias sin tener en cuenta el espacio real. Algunos pequeños errores al colocar los muebles, combinar los colores o elegir un mal tamaño en la decoración, pueden romper la armonía visual y restar estética en cualquier estancia. Sin embargo, los podemos evitar haciendo un par de cambios y teniendo un poco más de cuidado en el proceso de diseño interior.

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Errores comunes al decorar el salón

Un fallo bastante habitual a la hora de decorar el salón es adquirir conjuntos de sofás iguales o muy parecidos, ya que, aunque es una idea cómoda, esta elección se carga la personalidad del entorno. Al contrario, la combinación de piezas de un determinado tipo, siempre de distintas texturas, formas o en otros materiales que encajen, hará que el salón adquirirá movimiento y estilo. Un sofá principal combinado con butacas o pufs de diferente tipo le da un toque más natural y más elegante. Es un ejercicio para recomponer las piezas de la decoración, dando como resultado un producto visual coherente, sin incurrir en la homogeneidad.

Cortinas que rompen la proporción visual

El largo de las cortinas cumple una función esencial en la percepción del espacio. Si las cortinas están por encima del suelo, la habitación nos puede parecer más pequeña y menos cuidada. Las cortinas que rozan ligeramente el suelo nos crean una sensación de elegancia, de altura, además de dar continuidad a las paredes. Este detalle, que parece insignificante, modificar la estética y le da una sensación de mayor proporción.

Proporciones y espacio al decorar

Poner muebles sin medir el tamaño del espacio es otro error habitual; un sofá muy grande en un salón pequeño o una mesa pequeña en un comedor grande desequilibran la composición visual. Antes de comprar, sería necesario medir bien cada espacio y tener una proyección de la distancia que hay entre los muebles, ya que el equilibrio entre el volumen de los elementos y el espacio libre, es fundamental para conseguir la sensación de orden y confort.

Exceso de decoración y accesorios innecesarios

Sobrecargar las estancias con elementos decorativos puede producir muchas veces el efecto contrario. Cualquier objeto debe tener asignado un sentido, un lugar (resaltar, proporcionar textura o equilibrio cromático). Muchos elementos decorativos descomponen la vista y restan importancia a las piezas principales del diseño. Un buen trabajo de decoración tiene que ver con elegir y la moderación, no con la acumulación.

Decorar con estilo

El color, el tono de los colores y los colores individuales contribuyen a concretar y dignificar el carácter de un hogar, ya que elegirlos sin una coordinación cromática adecuada puede romper la armonía visual, provocando un efecto de gran desorden visual. Tener una determinada paleta de colores, con matices repetidos en zonas bien diferentes, hace que los ambientes se unifiquen, contribuyendo de forma importante a dar una sensación de continuidad. Una buena opción es elegir colores neutros, combinados con detalles que llamen la atención, que ofrecen una base segura, atemporal y estable.

Luz natural

La luz natural es uno de los recursos más valiosos en cualquier hogar; no solo permite ampliar visualmente los espacios, también hace resaltar las texturas, los materiales y los colores. Mantener las ventanas despejadas y utilizar tejidos ligeros en las cortinas permitirá que la luz quede integrada en la decoración. Una adecuada distribución de la iluminación artificial junto a la natural, refuerza la atmósfera cálida y equilibrada que necesita cualquier casa.

En definitiva, dejar de lado estos antiguos errores al decorar la casa marca la diferencia entre un espacio desorganizado y un espacio armonioso; no se trata de gastar más, sino de saber separar, equilibrar, mezclar y leer el entorno para que cada rincón tenga un estilo propio, funcional y atractivo visualmente.

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