Que la fragmentación de la izquierda en Andalucía penalizará no es ninguna novedad para las distintas candidaturas progresistas. Hay un escenario previo que lo demuestra. La división del espacio en dos candidaturas [sin contar al PSOE-A, dando por hecho dos listas de serie, la socialdemócrata y la más izquierdista] en 2022 provocó la pérdida de diez escaños de los 17 obtenidos con la fórmula unitaria de Adelante Andalucía en 2018. Por un lado, Por Andalucía -que aglutinó a todas las fuerzas progresistas salvo a los de Teresa Rodríguez- quedó reducido a cinco parlamentarios. Adelante, la corriente anticapitalista, pasó a dos. Todo, pese a sumar entre ambos solo 133.000 votos menos de los 586.000 cosechados cuatro años antes en conjunto.
Ocurrió algo similar en 2015, cuando Podemos e IU fueron por separados en pleno impulso de los de Pablo Iglesias. Perdieron la oportunidad de rentabilizar más los apoyos a la hora de los repartos provinciales. En los últimos comicios, Adelante (83.000 cada uno) y Por Andalucía (56.000) fueron las siglas a las que más les costó cada diputado. El PP, en cambio, los sacó más baratos, por 27.000.
Después de meses de tanteo sin éxito, esa izquierda alternativa mira con pesimismo la entrada de Podemos a la carrera electoral en solitario. Fuentes de Por Andalucía dan ya por imposible la unidad de izquierdas, porque saben que los de Ione Belarra no querrán asumir entrar a una confluencia que ya ha definido su funcionamiento. "No pasará como en 2022, que llegaron tarde al registro" y figuraron como socios externos. Se deduce que el diputado regional y cargo de Podemos, Juan Antonio Delgado, será su candidato a la Junta a falta de unas primarias, aún sin fecha, que se llevarán a cabo entre finales de octubre y principios de noviembre. "Lo decidirá la militancia", recalcan en Podemos, rechazando las consideraciones de sus ex socios.
Pese a todo, entre la izquierda alternativa se habla de "injerencia". Primero, por querer concurrir sin apenas representación en la autonomía con un proyecto capitaneado "por Belarra desde Madrid". Segundo, por dar ese paso para "retar a Sumar una vez más" con una mirada e intencionalidad nacional "sin que tengan en cuenta los intereses de Andalucía". Fuentes estatales de Podemos se niegan a entrar a valorar esas consideraciones, aunque las rechazan. Desde Por Andalucía, pero también desde Adelante Andalucía, se aprecia que la entrada de una cuarta candidatura de izquierdas deja ya por imposible poder dar una alternativa a Juanma Moreno -que se mueve entre la absoluta y la dependencia de Vox- y evitar su tercer mandato.
En dos semanas se celebrará el congreso del PP-A que relanzará a Moreno Bonilla como candidato. Fuentes populares aseguran que, en plena crisis de cribados de cáncer de mama, se quiere "dar un impulso" a su figura de la mano de Alberto Núñez Feijóo.
Una de las esperanzas que hay entre las formaciones de izquierda es que esa crisis de gestión sanitaria acabe desgastándole e impulse "a las formaciones que defendemos una sanidad pública de calidad". La estrategia de todos los grupos es clara: ir a degüello contra Moreno Bonilla. "Las privatizaciones fueron una de las razones que en 2018 acabaron con Susana Díaz. Ahora está pasando con el PP", recuerdan algunos de los consultados que creen que la cuestión irá a más con varias manifestaciones pendientes y con "relevancia nacional". Por otro lado, sobre la competencia de Podemos, esperan que los votantes sean conscientes "de los intereses reales" de los de Belarra, que "no son los andaluces". Reiteran el interés que tendría Podemos de confrontar con el resto de fuerzas para intentar recuperar la hegemonía en la izquierda.
El diputado andaluz Juan Antonio Delgado gana enteros para convertirse en candidato de Podemos. La izquierda lo da por hecho y Podemos insta a las primarias
Preguntadas por estas valoraciones, fuentes moradas estatales niegan entrar en ese debate a través de la prensa y desligan su propuesta de cualquier confrontación. Señalan que no hay tutela desde Madrid, pero sí respeto a los procedimientos de un partido estatal. Algunas voces miran al Movimiento Sumar Andalucía, y sugieren que ellos no tiene prácticamente asentamiento en el territorio y de igual manera le influyen los de Yolanda Díaz desde la capital. Algo que no pasa con IU, con afianzamiento histórico. Los morados refuerzan esa idea de que no buscarán una alianza de última hora.
Esta entrada que prepara Podemos lo cambia todo. Se produce en un momento de ligero crecimiento a costa del PSOE según el último barómetro del CENTRA, el CIS andaluz. Adelante pasaría de 2 (4,6%) a 2-3 (6,4%) parlamentarios, y la confluencia liderada por IU-A y Movimiento Sumar Andalucía, con la presencia de Verdes Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz, ampliaría de 5 (7,7%) a 6-8 (8%) su representación. Muy similares son otras privadas que tampoco vienen contemplando a Podemos.
IU llama a la calma
En detalle, ciertas voces de Por Andalucía [IU-A, Movimiento Sumar Andalucía, Verdes Equo, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Alianza Verde] ven riesgo de que haya trasvase de votos. Ligero, pero el suficiente para damnificar las opciones del resto; de su proyecto. No obstante, otras fuentes integrantes de la confluencia que se pretende reeditar, pertenecientes a IU-A, "sin datos" en la mano o contemplaciones demoscópicas, garantizan que Podemos no supone peligro. "En mayo del año pasado quedó muy lejos de nosotros en las europeas, no tienen implantación y su discurso engancha más a los votantes de Adelante Andalucía que a los nuestros", argumentan los izquierdistas, que ya han elegido candidato: el representante del PCA, Ernesto Alba.
En concreto, de los casi 572.000 votos de Podemos a nivel nacional, en Andalucía la candidatura de Irene Montero logró 81.300. Allí, Sumar, con IU integrada dentro, se hizo con más de 148.000 votos. Una distancia no tan lejana, pese a todo, de menos de la mitad de los votos del segundo.
Por Andalucía y Adelante discrepan por a quién perjudica más la candidatura de Podemos y se señalan mutuamente. El PSOE-A apunta a que tanta competencia puede desmovilizar
Preguntados por estas contemplaciones desde IU, fuentes de Adelante rechazan su visión. Creen que la disputa de cualquier voto está entre Podemos y Por Andalucía, porque ven cimentado un proyecto independiente al resto de partidos desde la izquierda. Frente a mandatos estatales, desde Madrid, algo que extienden a IU o Sumar, ellos remarcan que han conseguido ir afianzando unas siglas diferenciadas: "Andalucista, crítica con la gestión de la izquierda [con el Gobierno de coalición] y que pueda capitalizar el descontento frente a Vox". De haber opciones frente a la derecha, no entrarían en ninguna coalición, aunque sí pondrían duras condiciones a Montero, desde fuera, para la gobernabilidad.
En Adelante buscan perfilarse, a su manera, como un partido nacionalista a imagen y semejanza del BNG, ejemplifican, en Galicia, donde han dado el sorpasso a los socialistas y superan con creces a magentas y a unos morados que quedaron fuera en 2024. Independientemente de los análisis, las fuentes consultadas en el espectro de la izquierda, incluidas del PSOE-A, no creen que Podemos consiga un solo escaño en Andalucía, pero creen que -más allá de que afecten a una u otra marca- harán daño al peso de la izquierda por la fragmentación del voto.
"Mil votos te pueden quitar un diputado"
En la cúpula del PSOE-A muestran preocupación por el paso que va a dar Podemos. "Cuanto más divididos vayan por la izquierda, peor", aseguran. Es algo que ya vienen trasladando con anterioridad. Más allá del detalle de a qué partidos puede dar mordidas Podemos, creen que esa competencia puede perjudicar a todo el electorado progresista. Incluso a los suyos, que se diferencian del que históricamente apoyó a IU-A en la región.
"La división desmoviliza a la izquierda y eso no nos beneficia. Deberían hacer un esfuerzo", claman, aunque no se ve resquicio de posibilidad para ese pacto entre morados y Por Andalucía. Si no lo hacen, Podemos en solitario "puede restar poco, pero algo te resta". "Por mil votos te baila un diputado en una provincia", acreditan. Algo que puede ser crucial si una vez llegue la campaña hay opciones. Una de las esperanzas de los socialistas es que "podamos coger algo de voto" de ese espacio, ante el descontento.
Montero sigue sin evidenciar un atisbo de vuelco electoral en Andalucía. Las encuestas plantean dos escenarios: o mayoría del PP, o dependencia de Vox para gobernar
De momento, la candidatura de María Jesús Montero no da margen de mejora al PSOE-A. La líder regional, que tendrá que renunciar a la vicepresidenta primera del Gobierno y al ministerio de Hacienda, o queda por debajo del resultado de Juan Espadas o lo iguala. El CENTRA, de los 30 escaños de 2022, otorga a Montero de 26 a 29. Los potenciales aliados, independientemente del color, le reprochan querer hacer campaña por Andalucía sin comprometerse, intentando compaginar un proyecto de Presupuestos, el cupo catalán y una campaña que "no será rentable" sin dedicación plena al territorio.
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