El empresario británico Richard Branson ha compartido en sus redes sociales la triste noticia del fallecimiento de su mujer, Joan Templeman, a los 80 años. "Con el corazón roto, comparto que Joan, mi esposa y compañera durante 50 años, ha fallecido", escribió el fundador de Virgin Group junto a una fotografía de Joan en redes sociales. Añadió que había sido "la madre y abuela más maravillosa que nuestros hijos y nietos podrían haber deseado", además de "mi mejor amiga, mi roca, mi luz guía, mi mundo".
La noticia ha conmocionado tanto a su familia como al entorno mediático internacional. Marca el cierre de una etapa íntima y discreta detrás del perfil público de uno de los magnates más mediáticos y expuestos de las últimas décadas.
La despedida pública de Richard Branson
El que es dueño de las más de 360 empresas que forman Virgin Group utilizó principalmente su perfil en Instagram para comunicar la pérdida. Es una plataforma que utiliza con frecuencia para compartir tanto momentos profesionales como personales. Hace apenas dos días había compartido una foto de ambos con el texto "Me encanta esta foto de Joan", un gesto que cobra ahora un significado especialmente emotivo, que podría significar que Templeman se encontraba en un momento delicado de salud.
Esa doble publicación -la imagen reciente y el anuncio de su fallecimiento- subraya el carácter íntimo y personal del mensaje. El empresario abrió así a millones de seguidores una ventana a su vida privada en uno de sus momentos más difíciles. Por ahora, no se ha divulgado públicamente la causa del fallecimiento, manteniendo así la discreción que ha caracterizado a Branson y su familia.
El papel de Joan en la vida de Branson
Joan provenía de una familia trabajadora en Escocia. En su juventud desempeñó diversos empleos, y al mudarse a Londres trabajó en tiendas sencillas, contrastando con la notoriedad del que iba a convertirse en su marido. A lo largo de cinco décadas, según confesiones de Branson, fue un eje de estabilidad emocional en medio de los desafíos empresariales, riesgos financieros y proyectos globales.
Para muchos, su figura representa la otra mitad necesaria de una vida pública: la discreción, la privacidad, la intimidad familiar. Mientras él construía aerolíneas, compañías espaciales o negocios internacionales, ella se encargaba de mantener la estabilidad del hogar, convirtiéndose en un pilar silencioso de su vida familiar.
50 años juntos: la historia de amor de Richard Branson y Joan Templeman
En 2020, Branson compartió en la web de Virgin un blog en el que contaba parte de su historia con la escocesa. Como bien explicaba, su romance empezó en 1976. En aquel momento, ella trabajaba en una tienda de antigüedades en Londres, cerca de donde él tenía una de sus oficinas de Virgin. Branson reconoció que visitó varias veces la tienda "fingiendo interés" en distintos objetos con la única intención de entablar conversación. Así lo relató él mismo 44 años después: "Joan me enamoró desde el primer momento".

Dos años después de conocerse, Branson ya estaba decidido. Compró una isla privada en el Caribe -Necker Island- como gesto de afecto. En ese momento su empresa aún no le daba el lujo de semejante inversión. Aun así, convencido por el amor, logró cerrar la compra. Once años más tarde, en 1989, se casaron en esa misma isla. Allí forjaron su vida en conjunto: aunque Branson corría bajo los focos, Joan optó por la discreción. Siempre evitó la fama, conceder entrevistas o protagonizar titulares, prefiriendo mantenerse en un segundo plano.
La pareja tuvo tres hijos: Holly Branson, Sam Branson y Clare Sarah Branson, que falleció prematuramente apenas cuatro días después de nacer en 1979, episodio que marcó profundamente a la familia.

En ese mismo texto publicado en la web de Virgin, Branson añadía un mensaje cargado de agradecimiento, cariño y amor hacia Joan: "Le debo mucho a Joan. Es mi esposa, mi pareja, la madre de nuestros dos maravillosos hijos y mi apoyo incondicional. Joan siempre ha sido una fuente constante de sabiduría y ha contribuido en gran medida a algunas de las mejores decisiones que he tomado en la vida".
La pérdida de Joan para la familia Branson
La muerte de Joan Templeman supone una pérdida invaluable para el multimillonario. Su papel en la vida de Branson fue determinante tanto en lo personal como en lo profesional, ya que le acompañó en la expansión de Virgin desde un pequeño sello discográfico a un conglomerado global.
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