El asesinato de Ashling Murphy, una maestra de primaria de 23 años, el pasado 12 de enero de 2022, sigue causando gran crispación en Irlanda. La violencia contra las mujeres desencadenó una serie de protestas en el país y hay quieren achacaron este problema al gobierno irlandés por no controlar quién se instala en el país. Uno de ellos el luchador Conor McGregor, que ha amenazado con hacer una guerra si no se soluciona esto en la que contará con el apoyo de Dios.

Conor McGregor propinó una serie de insultos hacia Jozef Puska, que fue condenado el pasado viernes a cadena perpetua por el asesinato de Ashling Murphy. Este inmigrante eslovaco de 33 años apuñaló 11 veces en el cuello a la profesora irlandesa mientras corría por las orillas del Gran Canal, cerca de Tullamore, en el condado de Offaly.

Posteriormente, Conor McGregor escribió en X, red social anteriormente conocida como Twitter: «Qué vergüenza para el gobierno irlandés por albergar esto. ¡Esto es vuestra culpa y ya teníamos bastante! ¡Sistema despreciable! El gobierno irlandés me da vergüenza de ser irlandés. ¡Estamos consternados con todos vosotros! ¡Qué no puedes arreglar esto, pues no hay problema, entonces haremos una guerra y Dios está con nosotros!».

El asesinato de Ashling Murphy que tiene indignado a McGregor

Jozef Puska, que era conductor de un autobús escolar, se autoapuñaló para así tramar una coartada relacionada con una pelea callejera. Este inmigrante eslovaco se hizo pasar por la tercera víctima de un doble apuñalamiento que se había producido en una zona concreta de la ciudad. Sin embargo, cuando la policía comenzó a investigarle se encontraron muestras de su ADN bajo las uñas de la víctima y en una bicicleta que estaba en la escena del crimen.

Jozef Puska fue incriminado y confesó ante la policía estando en el hospital, acompañado de un intérprete. Durante el juicio se declaró inocente y señaló ante el Tribunal que no recordaba haberse declarado culpable y que le habían suministrado muchos analgésicos aquel día. El intérprete declaró en su contra y esto unido a las evidencias de ADN han terminado con la condena de este inmigrante eslovaco.