La épica blanca también llega a Arabia Saudí. El Real Madrid, que estuvo por debajo en el marcador en dos ocasiones e incluso a cinco minutos del final, ha terminado por descoser a un Atlético de Madrid que se olvidó de ganar cuando acariciaba el pase a la final de la Supercopa de España.

Los del Cholo fiaron todas sus posibilidades a los 90 minutos, pero una vez más el Real Madrid bailó al filo del precipicio y empató cuando el partido agonizaba. El Atlético de Madrid no supo reponerse del golpe y ofreció un planteamiento pobre en una prórroga en la que se arrinconó junto a Oblak y no propuso nada en ataque.

La primera semifinal de la Supercopa de España 2024 arrancó con un ritmo trepidante. El Atlético de Madrid entró con autoridad al choque e intimidó al Real Madrid en los minutos iniciales.

La superioridad colchonera tardó poco en ofrecer su recompensa. De hecho, solo hubo un aviso, el de la rosca endiablada de Samu Lino que Kepa mandó a córner. En el mismo saque de esquina, Hermoso cabeceó solo, a placer y sin oposición y puso el 0-1 con un frentazo a la red.

El gol refrendó la puesta en escena del Atlético de Madrid, que jugó sus mejores minutos en el primer tramo. Esta inercia del Atleti dejó una clara ocasión de Morata tras una gran jugada colectiva, pero el remate del madrileño, sin ángulo, acabó en el lateral de la red.

Después de las dudas del comienzo, el Real Madrid se apoyó en el liderazgo de Bellingham para engancharse a la semifinal. Un par de acciones del británico bastaron para contagiar a sus compañeros y cambiar el aire del partido.

Como en el gol de Sergio Ramos en 'La décima', Modric acudió a la esquina. El croata, como en aquella pesadilla atlética, templó su centro al corazón del área y Rüdiger, el ahora líder de la defensa blanca -con permiso del lesionado Militao y de Carvajal-, honró la asistencia con un cabezazo que recordó al de Ramos en Lisboa.

La combustión blanca tambaleó al Atlético de Madrid y, en apenas 10 minutos, la eliminatoria dio la vuelta. La mejoría del Real Madrid se confirmó con una magnífica jugada coral que Mendy, con la fineza que no se le presume, definió a la perfección para poner el 1-2 a los 30 minutos.

Cuando peor estaba el Atlético de Madrid, Griezmann ejerció de lo que es, estrella y líder de los del Cholo. El mediapunta francés se asomó al balcón del área y bailó a Modric y Rüdiger con un recorte en seco que le brindó el espacio necesario para alejar su derechazo del alcance de Kepa y colocarse cómo máximo goleador en la historia del Atlético de Madrid.

El 2-2 a los 37 minutos evidenciaba el nivel del derbi, espectacular para el aficionado neutral e infernal para los implicados, sin un segundo de disfrute y respiro. Otro quiebro rompedor, esta vez de Rodrygo, dejó al brasileño con todo a favor para adelantar al Real Madrid antes del descanso. El volantazo de Rodrygo tiró a Oblak y al tándem de centrales al verde; sin embargo, el guardameta se rehizo y, desde el suelo, desbarató la acción del delantero madridista.

Díficil lo tenía la segunda parte para igualar el nivel de la primera. Y durante casi 40 minutos, no lo hizo. El paso por el vestuario sumió la semifinal en un letargo que no remitió hasta los últimos 20 minutos.

Una pillería de Vinicius y Carvajal resucitó el derbi, aunque costó un susto más que importante a los atléticos. Una falta en la frontal sobre Bellingham fue aprovechada por Vinicius para, cuando solo Carvajal estaba atento, habilitar al lateral. El de Leganés voleó a pocos metros de un Oblak que despejó con la misma agilidad con la que se levantó para abroncar a los suyos.

Corría el minuto 78 cuando llegó la jugada que pudo decidir la semifinal. Un balón llovido rondó los dominios de Kepa. Morata, delantero insistente y desconfiado como los de antes, saltó para molestar y desequilibrar al vasco y encontró el premio en una carambola que el propio Kepa introdujo en su meta.

El Atlético de Madrid estaba a 10 minutos de tumbar al Real Madrid, pero la épica blanca también llega a Arabia Saudí. Vinicius destrozó a Savic con un cambio de ritmo vertiginoso, se coló en el área y disparó a las manos de un Oblak que no acertó a blocar. Bellingham rescató dos rechaces y Carvajal remachó a la tercera para poner el 3-3. Los últimos cinco minutos, ya con Brahim y Camavinga en el campo, dejaron al Atlético de Madrid al borde del abismo, pero solo la prórroga pudo romper la igualada.

El Real Madrid dominó unos 30 minutos extra unidireccionales que estuvieron marcados por las muestras de cansancio de unos y otros. La superioridad blanca no se reflejó en ocasiones hasta que Carvajal, más decisivo que nunca, sirvió una asistencia que Joselu rozó y Savic terminó por introducir en su portería para hacer justicia con lo vivido en Riad.

Con el Atlético de Madrid a la desesperada, un Brahim eléctrico puso el último clavo a la aventura árabe de los colchoneros y puso el 5-3 definitivo de un partido apoteósico. El Real Madrid disputará la final de la Supercopa este domingo 14 de enero a las 20.00 horas contra el ganador del Osasuna-FC Barcelona.