La guerra civil en Red Bull está servida. Ningua de las amenazas deportivas del resto de la parrilla parece capaz de poner en duda la superioridad del equipo austriaco sobre la pista; sin embargo, una crisis interna sin precedentes pone en jaque a la estructura dominadora de la F1 en los últimos años.

La fractura en la cúpula de Red Bull aparece tras la denuncia de una empleada a Christian Horner, director de la escudería, por conducta sexual inapropiada. Una investigación interna de Red Bull eximió de responsabilidades a Horner, tal y como explicó el equipo: "La investigación independiente sobre las alegaciones presentadas contra Christian Horner ha concluido, y Red Bull puede confirmar que la denuncia fue desestimada", aunque el escándalo acaparó buena parte de los comentarios sobre el gran circo en la pretemporada.

Horner y Red Bull han estado en el ojo del huracán desde entonces y la fractura se ha acrecentado con las palabras de Jos Verstappen, padre del tres veces campeón del mundo Max. "Esta situación no es buena para el equipo y separa a la gente", apuntó el expiloto y padre del campeón. "No puede continuar así y habrá tensión en el aire", apuntaló en The Daily Mail en unas declaraciones que incendian aún más la situación en Red Bull.

Los rumores en el paddock ya apuntan a que el caso Horner ha sido la consecuencia de una guerra de poder en Red Bull, ya que el británico relegó a Helmut Marko, principal apoyo de la carrera de Verstappen y quien le colocó en la F1 en 2015, con 17 años, para arrancarlo de las garras de Mercedes.

¿Max Verstappen a Mercedes?

De Telegraaf, uno de los medios más cercanos a los Verstappen, indica que el piloto -con contrato hasta 2028- tiene una claúsula para dejar Red Bull si Marko ya no forma parte del equipo. El medio neerlandés señala que 'papá Verstappen' y Marko podrían estar detrás del caso Horner, ya que justo después de que Red Bull cerrase la investigación se filtró a todo el paddock una serie de mensajes que pretendían demostrar que Horner sí que había incurrido en actitudes inapropiadas con la empleada.

Max Verstappen podría abrir la puerta y abandonar Red Bull en caso de que Marko no continuará ligado a la marca de la bebida energética. La decisión sería díficil de comprender en el plano deportivo: el dominio de Red Bull parece asegurarle dos mundiales más hasta el cambio de reglamento, aunque Toto Wolff, capo de Mercedes, ha revelado su interés en el que ha sido hasta ahora su máximo rival después de que Hamilton firmase por Ferrari para 2025.

"Todo es posible", afirmó Wolff después de ser fotografiado en conversación con Jos Verstappen en Baréin, lugar donde la lucha interna en Red Bull parece haber escalado a un nivel superior. La información de De Telegraaf es que Mercedes vigila la situación de Verstappen, que en caso de salir de Red Bull tendría asiento en la escudería alemana.

La apuesta de Mercedes colocaría a Verstappen en el hueco de Hamilton y sería estratégica a partir de 2026, año en el que cambia el reglamento y en el que el la propulsión eléctrica ganará peso en los motores. Para entonces, Red Bull iniciará su camino como constructor de su propio motor en una colaboración con Ford, mientras que Mercedes podría ser una de las principales fuerzas como ya ha demostrado con ocho campeonatos de constructores consecutivos durante la era híbrida.

La marcha de Verstappen de Red Bull daría un vuelco total a la F1. La salida del actual campeón dejaría el que probablemente sea el asiento más cotizado del momento. Además, Sergio Pérez finaliza su vínculo con Red Bull al final de la temporada, por lo que los austriacos tendrán la opción de realizar un fichaje para 2025 y quien sabe si otro para 2026.

Carlos Sainz y Fernando Alonso todavía no tienen equipo para 2025 y dado su nivel podrían ser una opción. Sainz ya formó parte de la estructura Red Bull en sus inicios, mientras que Alonso y la escudería de la bebida energética han conversado en el pasado sobre su unión, aunque nunca llegaron a un acuerdo.