El Real Madrid vuelve a la senda de la victoria después atravesar una de los peores momentos de la temporada, con dos empates consecutivos, ante el Valencia en Mestalla y con el Leipzig en el Bernabéu.

Un gol de Vinícius, cuatro en los últimos tres partidos, abrió una cuenta que apuntaba a no ampliarse mucho hasta que dos acciones en propia terminaran por condenar al Celta y que Arda Güler cerrase con una gran definición.

Los de Carlo Ancelotti salieron decididos a devolverle la alegría a la afición después del sufrimiento que padecieron en la eliminatoria con los alemanes. El Real Madrid llegaba con facilidad y muchos efectivos a la portería de un Celta que, con la victoria del Cádiz con el Atlético, mira el descenso con solo dos punto de ventaja.

La primera parte fue un monólogo blanco. Un Vinícius hiperactivo lideraba el ataque, con Brahim y Rodrygo como escuderos y con la llegada de Fede Valverde siempre en el momento adecuado.

Las ocasiones se sucedían y parecía cuestión de tiempo que el Real Madrid abriera el marcador. En el minuto 20, Rüdiger impuso su ley en el área gallega y remató con contundencia. Vinícius cazó el rebote, Guaita se empeñó en mantener el 0-0, pero el brasileño consiguió el gol a la segunda intentona.

El gol apaciguó a un Real Madrid que estuvo a punto de encajar el empate en la última jugada de la primera parte. El paso por los vestuarios apagó la electricidad de los blancos, que por momentos deambularon en la segunda mitad. Como en el 1-0, un cabezazo de Rüdiger originó el botín del Real Madrid. El frentazo del alemán se estrelló en el larguero, aunque la fortuna sonrío a los de Ancelotti, ya que el balón botó y tocó en la espalda de Guaita para el 2-0.

Con el partido ya resuelto y tras los cambios, el Real Madrid retomó presencia en ataque. El Celta dejó de creer en sus posibilidades, que iban a más mientras el choque marchaba 1-0, y el Real Madrid noqueó a los gallegos con otros dos golpes letales.

Un centro de Vinícius y la indecisión en la defensa viguesa puso el 3-0 a favor de los blancos, que redondearon la tarde con la guinda de Arda Güler. La promesa turca aprovechó sus escasos minutos y definió con seguridad ante Guaita, al que sentó con un quiebro para después sumar su primer tanto en LaLiga.