Vinícius Junior ha vuelto a ser protagonista en Mestalla. El jugador del Real Madrid fue el gran centro de atención del partido que disputaba el líder de LaLiga y el Valencia.

Como no podía ser de otra manera, el ambiente que sufrió el jugador brasileño fue infernal. Tras los episodios de insultos racistas del año pasado y los desencuentros con la parroquia valencianista de la temporada anterior, Mestalla le recibió con una sonora pitada cada vez que tocaba el balón.

Vinícius Jr tuvo que soportar insultos, ninguno de ellos racista, durante todo el encuentro. Más aún cuando el Valencia se puso por delante 2-0 en apenas 30 minutos.

No obstante, el Real Madrid impuso su gen de remontada y logró empatar el choque antes del último tramo del partido. Fue precisamente Vinícius el que logró los dos tantos.

Fue entonces, en ambas celebraciones, cuando el jugador brasileño se encaró con la afición del Real Madrid. En el primero, nada más marcar gesticuló a la grada que le insultó el año pasado. Segundos después levantó el puño, símbolo reconocido como antirracista.

En el segundo tanto, Vinícius volvió a mostrar su desencuentro con Mestalla e hizo gestos, impropios de un futbolista de Primera División para celebrar el tanto del empate, resultado que no se volvió a mover.

El partido acabó con una inmensa polémica. El árbitro pitó el final justo cuando el Real Madrid hizo el 2-3. Bellingham cabeceó un centro desde la banda derecha, precedido del último córner del partido. Gil Manzano, colegiado del partido, avisó a los jugadores que iba a ser el último lance. El árbitro quiso dejar unos segundo más, inexplicablemente, y cuando decidió hacer sonar su silbato el '5' del Real Madrid marcó el tanto que hubiera sido el de la victoria.