Por fin. Tras tres ediciones marcadas por la apatía y el tedio en la mayoría de sus etapas, el Giro de Italia, estimulado por la presencia de Tadej Pogačar, está volviendo a parecerse a la carrera que siempre ha sido: la más emocionante e impredecible del calendario.

El lunes, en Fossano, Tim Merlier (Soudal Quick-Step) consiguió la victoria tras un soberbio esprint que el propio Pogačar estuvo apunto de hacer saltar por los aires. Aprovechando un ataque de Mikkel Honoré (EF Education) en un repecho a falta de 3 kilómetros para meta, el esloveno salió a su rueda y, tras ver que sólo le había seguido de Geraint Thomas (INEOS Grenadiers) y que tenía un buen hueco sobre el pelotón, empujó con todas sus fuerzas para tratar de ganar la etapa.

No lo consiguió, pero le faltó poco, en lo que acabó siendo una muestra más de su indomable naturaleza.

Ayer, en Andora, Jonathan Milan (Lidl-Trek) se hizo con el triunfo gracias a un esprint salvaje, marca de la casa, que también estuvo a punto de ser boicoteado, en este caso por Filippo Ganna (INEOS Grenadiers). El italiano, gracias a un poderoso ataque en el Capo Mele, que se coronaba a poco más de un kilómetro para el final, estuvo apunto de conseguir la que hubiera sido su séptima victoria parcial en el Giro, pero el trabajo de los lanzadores de Milan acabó echando por tierra sus opciones de ganar.

La fuga le gana el pulso al pelotón

Y hoy, en una etapa de 178 kilómetros fantásticamente bien diseñada entre Génova y Lucca, la escapada ha conseguido imponerse sobre el pelotón. Compuesta por Benjamin Thomas (Cofidis), Michael Valgren (EF Education), Andrea Pietrobon (Team Polti Kometa) y Enzo Paleni (Groupama-FDJ), el cuarteto atacó a 86 km para el final, y no les volvieron a ver.

Compenetrados a la perfección, consiguieron mantener a raya al gran grupo hasta el final, pese al empuje de los equipos de los esprinters. Pietrobon, que dejó de relevar en la última fase de la etapa, atacó bajo la pancarta del último kilómetro, pero fue capturado por Thomas y Valgren en el último suspiro, lanzados por un Paleni que pecó de novato en los metros finales.

Thomas se ha impuesto en la línea de meta, dándole a su equipo la primera victoria de la temporada y dejando con la miel en los labios a un Valgren que, a priori, era el más rápido de los cuatro.

La clasificación general no ha sufrido cambios significativos. Pogačar continúa liderando la carrera con 46 segundos sobre Geraint Thomas y 47 con Daniel Felipe Martínez. Mañana, el pelotón del Giro afrontará la temida (para algunos) etapa del sterrato: 180 kilómetros plagados de pequeñas cotas entre Viareggio y Rapolano terme, que incluye tres tramos de tierra donde los favoritos deberán multiplicar su nivel de alerta si quieren evitar problemas... y si no quieren ser fulminados por un Tadej Pogačar que saldrá a por todas en un terreno que domina a la perfección.