Damir Dzumhur, nacido el 20 de mayo de 1992 en Sarajevo durante la Guerra de Bosnia, es el tenista más destacado de su país y un símbolo de resiliencia. Con un ranking máximo de N.º 23 en 2018, ha llevado la bandera de Bosnia y Herzegovina a escenarios globales, combinando éxitos deportivos con una historia de superación personal.

Infancia y formación en medio del conflicto

Nacido en pleno asedio de Sarajevo, Dzumhur creció entre las secuelas de la guerra, un contexto que forjó su tenacidad. Inició su entrenamiento en las canchas del reconstruido complejo Zetra, el mismo que años atrás fue arrasado por bombas. Su padre, Nerfid, lo guió desde los cinco años, combinando su pasión por el tenis con breves incursiones en el cine durante su adolescencia.

Trayectoria profesional: De Challengers a títulos ATP

Dzumhur se convirtió en profesional en 2011, destacando rápidamente en el circuito Challenger con 14 títulos, incluidos tres en 2014 que lo catapultaron al Top 100. Su consagración llegó en 2017 al ganar consecutivamente el St. Petersburg Open y el Kremlin Cup, siendo el primer tenista en conquistar ambos torneos rusos en una misma temporada. 

Estas victorias, ante rivales como Fabio Fognini y Ricardas Berankis, marcaron su ingreso a la élite.

Resistencia física y renacimiento deportivo

En 2022, Dzumhur enfrentó su prueba más dura: una pancreatitis aguda que lo llevó al borde de la muerte. "Perdí 11 kilos en días", reveló en una entrevista, atribuyendo su recuperación a su condición física. Tras superarla, regresó con determinación, sumando siete títulos Challenger entre 2023 y 2024 para retornar al Top 100. 

En 2025, con 33 años, sigue compitiendo en Grand Slams: en Roland Garros superó a Thiago Tirante y Giovanni Mpetshi Perricard antes de caer ante Carlos Alcaraz en tercera ronda.

Legado y estilo de juego

Con un repertorio basado en velocidad y precisión, Dzumhur destaca en superficies lentas. Su participación en la Copa Davis, donde representa a Bosnia desde 2010, y su rol como pionero en llevar a su país a main draws de Grand Slams, lo consolidan como ícono nacional. 

Fuera de la cancha, su lucha por la privacidad familiar —como el conflicto por la exposición mediática de su hijo— refleja su carácter firme.

Aunque su ranking actual es el N.º 69, Dzumhur sigue escribiendo su historia con la misma audacia que lo caracterizó desde sus días en Sarajevo. Su trayectoria, entre triunfos y adversidades, lo define no solo como un deportista excepcional, sino como un testimonio viviente de perseverancia.