El portero del FC Barcelona, Marc-André Ter Stegen, ha anunciado recientemente que se someterá a una operación de espalda que lo apartará de los terrenos de juego durante aproximadamente tres meses. Esta decisión llegó tras semanas de especulación y preocupación dentro del entorno azulgrana, debido a que llevaba tiempo arrastrando molestias persistentes desde el inicio de la pretemporada.

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Ter Stegen reconoció que, aunque se siente en buena forma física y atlética, el dolor crónico en la espalda le impide rendir a su mejor nivel. Después de varias consultas con el equipo médico del club y especialistas externos, se concluyó que la intervención quirúrgica es la vía más segura y eficaz para lograr una recuperación completa. Cabe recordar que este no es el primer episodio similar: ya en 2023, el guardameta alemán tuvo que pasar por el quirófano para tratar una afectación similar, retornando a la actividad tras más de dos meses de rehabilitación.

En el ámbito emocional, Ter Stegen expresó su tristeza por no poder estar presente junto a su equipo en el arranque de una nueva temporada. Subrayó, sin embargo, su compromiso con el club y su determinación para superar esta difícil etapa. Agradeció el apoyo incondicional de la afición y prometió regresar más fuerte tanto para el Barcelona como para la selección alemana.

El impacto de esta baja es significativo para el FC Barcelona. La portería culé, históricamente respaldada por la seguridad y liderazgo de Ter Stegen, verá cómo los recién llegados Joan García y Wojciech Szczesny asumen, junto a Iñaki Peña, una mayor responsabilidad bajo palos. Se abre así un periodo de incertidumbre deportiva en el que el técnico Hansi Flick deberá reorganizar su esquema defensivo y confiar en la rápida adaptación de sus porteros suplentes.

Asimismo, la ausencia de Ter Stegen tiene consecuencias en la planificación institucional del club. La inscripción de nuevos fichajes y la gestión del límite salarial de LaLiga dependen, en parte, del tiempo de baja del futbolista alemán. Sin embargo, la duración de tres meses establecida por los médicos no permite aplicar todas las excepciones contempladas por el reglamento, lo que supone un reto adicional para la directiva azulgrana, enfrascada en el armado de la plantilla.

En definitiva, la operación de Ter Stegen representa una circunstancia desafiante a nivel deportivo y administrativo para el FC Barcelona. No obstante, el portero ha dejado claro que su objetivo es regresar completamente recuperado y seguir defendiendo el escudo azulgrana, mostrando una vez más la fortaleza mental y profesionalismo que lo han caracterizado a lo largo de su carrera. El entorno culé, por su parte, confía en que el proceso de rehabilitación se desarrolle sin contratiempos y que pronto vuelvan a contar con uno de los mejores guardametas del mundo en plenitud de facultades.

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