Cada vez que el ser humano transforma el paisaje la biodiversidad de nuestro entorno corre peligro. Una nueva carretera, autopista o línea de tren de alta velocidad puede fragmentar e incluso destruir el hábitat de numerosos animales salvajes. Preservar las vías de comunicación de la naturaleza, garantizando la conectividad ecológica entre especies, es uno de los retos que se ha impuesto WWF España. La organización conservacionista presentó recientemente una propuesta que identifica doce corredores ecológicos prioritarios entre áreas de la Red Natura 2000 y 17 zonas críticas en la península ibérica, incluyendo las fronteras de Francia y Portugal.

Este proyecto trata de garantizar la existencia de superficies de territorio donde los espacios de valor natural estén conectados y se permita el movimiento de fauna y flora, el intercambio de genes y, en un sentido más amplio, el funcionamiento de procesos ecológicos. Es una cuestión clave para conservar la biodiversidad y enfrentarnos mejor a los efectos del cambio climático.

Las especies de fauna y flora van desapareciendo a medida que se reduce el tamaño de los lugares donde habitan y a medida que aumenta la distancia entre ellos, llegando en ocasiones a su aislamiento total. Este problema también afecta a los procesos de la naturaleza sobre los que se sustenta nuestra supervivencia: polinización, provisión de agua de calidad, dispersión de semillas, captación de CO2, etcétera.

Mapa de corredores de WWF.

Mapa de corredores de WWF.

Así, este nuevo mapa de corredores salvajes proporciona una valiosa información geográfica con la intención de que ésta se tenga en cuenta a la hora de diseñar las políticas ambientales y sectoriales —de planificación territorial, agricultura o transporte— del Estado y las comunidades autónomas. Su implementación ayudaría a España a cumplir con las obligaciones y compromisos que ha adquirido con Naciones Unidas respecto a la conservación de la biodiversidad.

España es el país más rico en biodiversidad del continente europeo, pero también el más vulnerable.

Según WWF, en España los hábitats naturales (como los bosques, humedales, etc.) y seminaturales (como las dehesas) están siendo continuamente destruidos o fragmentados por la acción del ser humano a través de la construcción de urbanizaciones, autopistas y carreteras, el desarrollo de cultivos intensivos, la sobreexplotación de recursos hídricos, etc. Estudios recientes revelan que los impactos de las infraestructuras sobre las especies de fauna se extienden prácticamente por todo el país. El impacto sobre los mamíferos es el más alarmante, ya que las carreteras están afectando, en mayor o menor medida, al 97,7% de todo el país. Se estima que se ha producido un descenso de un 50% en el número de individuos respecto al que existiría sin estas infraestructuras de transporte.

Según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), España es el país más rico en biodiversidad del continente europeo, pero también el más vulnerable. Contamos con el mayor porcentaje de especies amenazadas de toda Europa: el 34% de los anfibios y reptiles, el 54% de los peces continentales, el 20% de los mamíferos, el 25% de las aves reproductoras y el 15% de las especies de flora vascular. Resulta paradigmático el caso del lince ibérico, cuya merma de ejemplares ha sido estudiada recientemente por la Universidad Complutense de Madrid. A partir de un algoritmo capaz de conjugar variables como la intensidad del tráfico, la velocidad media o el tipo de vegetación cercana, este equipo de investigadores ha concluido que cerca del 20% de las carreteras andaluzas son puntos negros de mortalidad para esta especie en peligro de extinción.