Viajamos hasta 2021. La Pinada ya es una realidad: 25 hectáreas verdes a diez minutos de Valencia capital, donde cerca de mil familias disfrutan de un ambiente saludable. Niños jugando en las calles, vecinos sentados a la fresca, grandes zonas verdes y parques infantiles, gente practicando deporte al aire libre… Así será el primer ecobarrio co-diseñado por sus habitantes para crear un entorno accesible, equitativo, resiliente, colaborativo, saludable, seguro e inclusivo. Un barrio cuyos habitantes tienen muy presentes los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. El ejemplo de La Pinada nos pone sobre la pista de una tendencia al alza en España.

Este proyecto urbanístico e inmobiliario, que ya se lleva a cabo al oeste de Valterna (Valencia), es obra de la empresa Zubi Labs, fundanda por Iker Marcaide con el objetivo de compaginar “la rentabilidad económica con los valores sociales y medioambientales”. Será el primer barrio de la ciudad con autoabastecimiento de agua, energía y materiales. Un sistema que se basa en los principios de la economía colaborativa y circular.

Las ciudades, según afirma Naciones Unidas, ocupan tan solo el 3% de la superficie terrestre, pero representan un 60-80% del consumo de energía y el 75% de las emisiones de carbono que emite el planeta. Éstas no son las únicas nocivas del desarrollo de las ciudades en la era moderna: también son focos de desigualdad, pobreza y polución. Conscientes de estos problemas, cada vez hay más municipios involucrados en la construcción de nuevas barriadas y la rehabilitación de centros históricos bajo parámetros de sostenibilidad.

Encontramos ejemplos de ello en el programa “Barrios Sostenibles” del distrito de Usera en Madrid; el barrio de Mogel en Eibar (Guipúzcoa), el Ecobarrio de Vallecas (Madrid), el de Sarriguren (Navarra), el Parque Oeste (Alcorcón), Valdechivillas (Valladolid), Sociópolis (Valencia),  Trinitat Nova (Barcelona) o El Triangle (Barcelona). España se ha unido a esta modalidad de urbanismo con cierto retraso respecto a Europa, donde destacan los barrios de Vauban (al sur de la ciudad de Friburgo, Alemania) y el ecobarrio Hammarby Sjöstad (Estocolmo). América también camina en esta dirección, con el paradigmático ejemplo del barrio chileno de Chañaral.

Características de los ecobarrios

Según promueve el Ayuntamiento de Jaén en su decálogo de barrio sostenible, éste debe fomentar el transporte público; disponer de espacios de ocio, de recreo y esparcimiento, así como zonas verdes y deportivas, eliminando las barreras arquitectónicas, con el fin de facilitar la “vida en la calle” de niños y adultos.

Los ecobarrios también deben mejorar la recogida de residuos, fomentando y facilitando la separación y el reciclaje; invertir en energías renovables, mejorar la limpieza de las calles, incluyendo los sumideros y evitando las fugas de agua.

Ecobarrio en Suecia

Ecobarrio de la ciudad sueca de Hammarby Sjöstad. Fotografía de bruceonmymind

La participación ciudadana y la colaboración con la Administración Local tiene mucho peso en estos nuevos entornos. Además, la urbanización y la contratación de servicios en los ecobarrios trata de dar prioridad a las pymes y al pequeño comercio de proximidad, con el objetivo de favorecer la integración multicultural, así como fomentar la solidaridad y generar una concienciación y educación ambiental.La investigación y la innovación también juegan un papel importante. El barrio de Hammarby Sjöstad de Estocolmo (Suecia) es conocido por ejemplo por utilizar sus aguas residuales para obtener biogás que sirva como combustible en los autobuses del barrio o las cocinas de los hogares.

Poco a poco, las ciudades van convirtiéndose en esos lugares amables que tratan de asimilarse a la vida en los pueblos, donde los niños se crían en la calle jugando, los vecinos se conocen y viven en armonía con el entorno.