Las tres haciendas forales han hecho público hoy el listado de morosos de las arcas públicas en el País Vasco: en total, 237 personas adeudan nada menos que 667 millones de euros. Se trata de un importe nunca antes conocido, con el que podrían financiar varios hospitales, no pocos  kilómetros de carretera y toda la partida anual de ayudas sociales -en concepto de Renta de garantía de Ingresos- que soporta Euskadi.

En muchos casos se trata de empresas procedentes del ámbito inmobiliario o en situación de liquidación. De los 237 morosos, alguno tiene deudas millonarias con la hacienda vasca, destacando nombres como Iurbenor, que acumula la mayor deuda, 52,3 millones de euros, el Grupo Industrial Ros Casares (29,8 millones) o Fagor Electrodomésticos (16,9 millones de euros).

Las listas se han hecho públicas este viernes 30 de septiembre en los respectivos boletines oficiales de los territorios, que reflejan la deuda a 31 de marzo de este año después de que se hubiera habilitado un plazo de diez días. Se podrán consulta durante un periodo de tres meses.

Los 667 millones que no han ingresado las haciendas vascas representan un importe nada desdeñable para hacer frente a sus compromisos financieros, entre ellos el pago del Cupo en concepto de financiación de las competencias que asume el Estado en el País Vasco. Así, solo en Vizcaya la hacienda ha detectado un listado de 126 deudores que tienen que hacer frente a un pago total de 435 millones, una partida superior a la que cada ejercicio lleva a cabo en concepto de Cupo.

Un desfase que aumenta cada año

Vizcaya asume más del 50% de la financiación de los compromisos institucionales en la Comunidad Autónoma Vasca y hasta el pasado mes de junio los ingresos por recaudación de tributos concertados -­IRPF e Impuesto de Sociedades fundamentalmente- no han cubierto las previsiones, al crecer sólo un 1,6% frente al 7% previsto.

Precisamente el pago del Cupo es uno de elementos de mayor confrontación entre el Gobierno central y el vasco. Las diferencias en la liquidación se estiman en Euskadi en casi 1.200 millones de euros. Ministerio, por un lado, cree que a Euskadi le corresponde hacer frente al pago anual de alrededor de 1.525 millones de euros a la caja común; pero la administración vasca considera por su parte que esa cifra ronda los 850 millones, un desfase que se acumula engordando las discrepancias año tras año.