El  Consejo de Ministros ha aprobado la remisión del plan presupuestario para 2017 a Bruselas, que no incluye a priori nuevas medidas de ajuste del déficit público, sino que es una prórroga del Presupuesto de 2016.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha insistido en la rueda de prensa posterior en que un Gobierno en funciones no puede hacer más de lo hecho hasta ahora, y ha dejado en manos del nuevo Ejecutivo la adopción de nuevas medidas.

Entre la documentación que se enviará mañana a Bruselas se incluirá al menos un ‘informe de acción efectiva’, que incluirá las medidas adoptadas hasta ahora para asegurar el cumplimiento del déficit este año y el siguiente.

Concretamente, este documento se resume en el acuerdo de no disponibilidad de gasto, por importe de 2.000 millones, el adelanto al mes de julio del cierre del Presupuesto de 2016 y el aumento del tipo mínimo de los pagos fraccionados del Impuesto de Sociedades, con el que se prevén recaudar unos 8.300 millones.

Por su parte, el plan presupuestario será una prórroga del Presupuesto de 2016, aunque con una previsiones de ingresos y gastos para 2017 que, según Sáenz de Santamaría, son “muy prudentes”.