España se prepara para hacer de 2016 su cuarto año consecutivo con récord de llegadas de turistas extranjeros. Las previsiones que manejan el sector y el Gobierno anticipan que este año se superarán los 75 millones de viajeros internacionales, pulverizando el anterior máximo histórico, marcado el pasado año, de 68,1 millones de visitantes.

El boom del turismo en que se ha embarcado el país arrancó ya en 2011. El estallido de las revueltas de la Primavera árabe en varios países del norte de África, destinos rivales naturales de España en el negocio del sol y playa, provocó el desvío de centenares de miles de turistas extranjeros que huían de la inestabilidad de la zona.

En 2010 España superaba los 52 millones de turistas extranjeros, saltó hasta los 56,6 millones al año siguiente, a los 57,7 millones en 2012, se superaron los 60 millones por primera vez los 60 millones en 3013, se rozaron los 65 millones en 2014, los 68 millones el año pasado… y así hasta la cota, hasta hace poco impensable, de los 75 millones de este ejercicio.

Los touroperadores internacionales redireccionaron a los clientes que dejaron de querer ir a Egipto o Túnez, y el destino prioritario en el que acabaron estos turistas fue España. Una tendencia que se ha mantenido, e incluso intensificado en los años posteriores, por los persistentes problemas de seguridad en Egipto Túnez y ahora también en Turquía. Y los centenares de miles de turistas desviados se convirtieron en millones.

Según las estimaciones de Exceltur, el lobby que agrupa a una treintena de las mayores empresas turísticas del mercado español, desde 2011 a España han llegado más de 12 millones de turistas prestados. Viajeros que eligen España por razones de fuerza mayor, pero que desde el sector se teme que el país no consiga fidelizar y vuelvan a estos otros destinos del Mediterráneo una vez que deje de percibirse que existe inseguridad.

En el conjunto de 2016 la cifra de turistas desviados desde otros destinos rivales alcanzará los 3,9 millones, según Exceltur. La organización calcula que sólo en los meses de verano, los de mayor afluencia de viajeros, la cifra de visitantes prestados se situaría cerca de los 1,5 millones. Este verano la afluencia de turistas a Turquía y Egipto se ha desplomado más de un 40%, perdiendo conjuntamente unos 7 millones de viajeros en relación a las cotas del pasado año.

“El efecto de la inseguridad geopolítica se aprecia igualmente en el notable aumento durante el verano de los turistas que viajan a España con paquete turístico, con un incremento del 20,8%, típico perfil de viajeros touroperizados y desviados de los países del Mediterráneo oriental”, explica Exceltur en su último informe, hecho público hoy.

El lobby subraya que uno de los grandes retos del sector pasa por fidelizar parte de esa demanda prestada, que “sólo viene por percibir inseguridad en otros países, no porque les guste más nuestro producto o nuestros precios”, ha expresado el vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda. “El reto es sustituir esta demanda coyuntural por una estructural. Y que no sea crecer por crecer, sino con un modelo que aporte riqueza no sólo un tsunami de turistas”.