Poco más de 30 millones de euros al año. Alrededor de 1.500 millones hasta 2066. Éstos son los costes que el Tesoro Público tendrá que asumir tras cerrar este jueves la subasta pública a plazos más largos de su historia: 50 años.

La institución ha colocado 1.126 millones de euros en títulos con vencimiento a 50 años, a un tipo de interés medio del 2,68%. Esta operación encaja en la estrategia seguida en los últimos tiempos por la institución pública para alargar los vencimientos de su deuda, aprovechando las bajas rentabilidades que exigen los inversores, ante la escasez de activos rentables propiciada por los bajos tipos de interés y las políticas de estímulo de los bancos centrales.

La vida media de la deuda española se ha elevado a lo largo del año a cotas próximas a los 7 años, una cifra récord que contrasta con los 6,45 años en que se situaba a cierre de 2015 o los 6,28 años del ejercicio anterior. De este modo, el Estado se garantiza financiación durante un periodo prolongado a costes históricamente bajos.

La vida media de la deuda española se ha elevado a cotas récord, próxima a los 7 años

Se trata de la primera vez que el Estado emite títulos a tan largo plazo mediante el procedimiento de una subasta pública. No obstante, tanto en 2014 como el pasado mayo, el Tesoro vendió títulos a 5o años, aunque a través de emisiones sindicadas (en las que los bancos colocan directamente los títulos entre los inversores). En la primera de ellas vendió 1.000 millones a un tipo de interés próximo al 4%, mientras que en mayo logró emitir 3.000 millones de euros a un coste del 3,5%.

Esta nueva venta de títulos a plazos ultralargos llega en un momento en el que en el mercado se empieza a especular con la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) comience a retirar próximamente su plan de compra de bonos (QE) y los expertos auguran un progresivo repunte de las rentabilidades de la deuda, por efecto de la mejora económica y las crecientes expectativas de inflación en la eurozona.

La subasta se produce en un momento en el que el mercado especula con la próxima retirada de los estímulos del BCE

El QE del BCE ha tenido un efecto muy notorio sobre la rentabilidad de la deuda española, muy alejada ya de los máximos que alcanzó en el verano de 2012, cuando se especulaba con el rescate del país. El tipo de interés medio de la deuda española en circulación se sitúa actualmente en los niveles más bajos de su historia, en el 2,9%, frente a los intereses superiores al 4% que debía pagar el erario público en 2012.

Esta rebaja ha sido fundamental para hacer sostenible la creciente deuda pública. Según las cifras del Tesoro Público, la deuda del Estado en circulación se situaba a cierre de septiembre en 921.444, el triple que la que se registraba en los albores de la crisis, en 2007. Al tipo medio actual, el Estado debe asumir un pago anual en intereses del entorno de los 26.800 millones de euros. Si las rentabilidades medias retornaran a los niveles de 2012, esta factura engordaría en unos 10.000 millones al año.