Germán Cardona, conocido como el Madoff español, lleva meses maniobrando para evitar que los perjudicados por su estafa piramidal en Finanzas Forex declaren como testigos en el juicio que se va a celebrar contra él y otras tres personas a finales de este mes y en el que se enfrenta a 21 años de cárcel. La Fiscalía ha convocado a unas 30 personas que perdieron su inversión en este chiringuito financiero. La estafa afectó a casi 180.000 clientes en 110 países, con un saldo de inversión total en marzo de 2011 de 390 millones de dólares (casi 365 millones de euros).

Fuentes judiciales han informado al fiscal Daniel Campos de que Cardona, en libertad bajo fianza de 50.000 euros desde marzo de 2011, se ha puesto en contacto con varios perjudicados a los que ofrece recuperar su dinero a cambio de que renuncien a ser parte en el proceso penal que tramita la Audiencia Nacional. Estos afectados explican que han sido visitadas por personas de su entorno para que renuncien al pleito penal y para que declaren a su favor en la demanda presentada en los Estados Unidos, en la que el inversor intenta recuperar los fondos que tiene bloqueados desde que fue detenido hace ya más de cinco años.

Las amenazas a los afectados

Estas personas, además, denuncian su situación, ya que Cardona, a través de sus letrados, les ha advertido de que les demandará si es absuelto en la Audiencia Nacional, ya que sigue insistiendo en que es inocente y que ha sido víctima de quienes le han engañado. Fuentes judiciales han adelantado que, si la vista se queda sin perjudicados, será muy difícil lograr una condena, por lo que el inversor podrá recuperar los 294 lingotes de oro que el Gobierno de Estados Unidos le intervino, así como los coches de lujo y los inmuebles que adquirió con el dinero de su estafa.

El fiscal relata en su escrito que Cardona, junto a su novia colombiana Lina Mantilla y otras dos personas, "se concertaron para crear una estructura con la que enriquecerse ilícitamente", gracias "a un sistema defraudatorio capaz de afectar a un elevadísimo número de víctimas". Este chiringuito empezó a operar en el año 2007 y captó a 174.860 personas en más de 100 países en Europa y América. La estafa se cometió a través de la empresa EMG radicada en Panamá, aunque su marca comercial era Finanzas Forex, que operaba en sitios de internet.

Engañosa publicidad de las inversiones

El inversor ofrecía a sus clientes "excepcionales réditos" que eran abonados "con las aportaciones de los nuevos inversores" sin que existiera "ninguna actividad comercial o financiera que produjera rentabilidad alguna". A los perjudicados, según la Fiscalía, se les informaba "falsamente" de que el dinero que invertían operaría en el mercado de divisas.

Además, Cardona desarrolló "una agresiva y engañosa publicidad" en la red así como en convenciones y reuniones presenciales en las que ofrecían al público "rendimientos de hasta el 20 % mensual en el plan de inversión más conservador, que podrían llegar hasta el 40 % en el llamado plan variable".

Asimismo, los inversores podían optar al llamado "plan de carrera", que consistía en captar a otros inversores que a su vez buscarían nuevos clientes en su círculo familiar o social. Por estas labores se les ofrecía un 0,5 % de comisión y se les asignaba una categoría diferente de "ejecutivo, líder de organización y director internacional". Los que llegaban al nivel más alto eran agraciados con premios como "viajes, cruceros, coches de lujo o bonos para adquirir viviendas".

Precisamente, el sector inmobiliario era una de las adicciones de Cardona, que compró casas en Zaragoza, Valencia, Castellón, Panamá y Colombia. El fiscal le imputa un delito de estafa, falsedad, blanqueo de capitales y asociación ilícita. Y reclama que, si es declarado culpable, la justicia se quede con el oro intervenido y el resto de los bienes para que los perjudicados recuperen, al menos, una parte de sus pérdidas. El resto de los imputados se enfrenta a penas que oscilan entre los 7 y los 8 años de prisión.