Al Gobierno le quedan cinco meses para decidir si aprueba la reapertura de Garoña, después de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ya haya dado su aval técnico a la reactivación de la central nuclear más vieja de España.

En ese tiempo el Ministerio de Energía quiere conocer la postura de todas las administraciones afectadas, de los partidos políticos y de los dueños de la central (Endesa e Iberdrola controlan a partes iguales la planta a través de la sociedad Nuclenor).

El debate va más allá de Garoña. Desde el Ejecutivo se reconoce que el proceso de la central burgalesa condiciona el futuro del resto del parque nuclear español. “pero si lo que se quiere es abrir un debate sobre el futuro de la nuclear en España va a hacer falta más de cinco meses. Ése debe ser un debate sosegado y en el que todos se mojen”, apuntan del Ministerio de Energía.

Sin nucleares, electricidad más cara

A pesar de que el Gobierno quiere que todos los partidos (y también las empresas concernidas) se retraten, al propio Ejecutivo le cuesta hacerlo abiertamente. Desde el Ministerio de Energía no se hace públicamente una defensa de llevar la vida útil de las centrales nucleares hasta los 60 años.

Pero a la espera de tener que retratarse con su decisión sobre por cuánto tiempo y con qué condiciones se concede la renovación de la autorización de Garoña, Energía sí subraya que España no puede prescindir de ninguna de las tecnologías con que se produce electricidad, lo que en la práctica supone avalar la ampliación de la vida útil de las nucleares

Y es que entre este año y el próximo casi todas las centrales nucleares españolas van a tener que iniciar los procesos de renovación de sus autorizaciones. A todas les expiran los permisos entre 2020 y 2021 -salvo el de Trillo que concluye en 2024- pero los procesos administrativos han de comenzar con tres años de antelación.

“No se puede prescindir de ninguna tecnología. De ninguna. El mix de generación del sistema eléctrico se tiene que mantener”, apuntan las mismas fuentes. “Cargarse ya las nucleares como proponen algunos partidos supondría disparar un 25% el coste de la electricidad”.

La nuclear es la principal fuente de generación eléctrica de España, con un 21% del total producido el año pasado. Y tiene como ventajas que funcionan permanentemente y no emiten CO2 con su funcionamiento, pero sí residuos radiactivos potencialmente contaminante durante siglos.

Alemania ha emprendido el apagón nuclear, y se propone cerrar sus centrales nucleares pero sustituyendo su capacidad de funcionar siempre (o al menos cuando hace falta) con centrales de carbón. “Este Gobierno prefiere producir residuos con las nucleares que emitir más CO2 con carbón y cumplir con nuestros compromisos medioambientales”.