En la mañana de este miércoles un ataque masivo ha provocado que miles de cuentas de Twitter hayan publicado un mensaje en turco en favor del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan. Entre los perfiles afectados han estado Forbes, Amnistía Internacional, La Razón o la prestigiosa Universidad de Duke.

No es la primera vez que un ataque de este tipo se hace con el control de cuentas de la red social y publica mensajes a su antojo. A muchos usuarios, sin tener millones de seguidores ni contar con una cuenta verificada, les ha ocurrido. Sin ir más lejos, al que escribe estas palabras.

Por eso, aunque pensemos que nuestra cuenta de Twitter no ofrece ninguna información que pueda resultar de interés a los amigos de lo ajeno virtuales, hay que protegerse. La seguridad es muy importante y la mayoría de los internautas no se la toman suficientemente en serio. Con unos simples movimientos se puede conseguir un blindaje aceptable, que no perfecto, de nuestro perfil.

  1. Usar una contraseña poderosa. No por estar muy repetido significa que vaya a ser menos efectivo. Se deben usar al menos 10 caracteres, y combinar las mayúsculas con las minúsculas y los números. Por supuesto, nada de usar la fecha de nacimiento ni nada que se parezca en lo más mínimo al nombre de usuario o al correo electrónico. Viene bien usar aplicaciones como LastPass, que nos ayuda a gestionar nuestras contraseñas.
  2. La verificación de usuario. No es una herramienta muy popular, pero está a disposición de cualquiera. Twitter da la opción a los usuarios de recibir un mensaje en su teléfono cuando entren en su cuenta. De esta manera, una persona ajena no podrá introducir el código que sólo el usuario recibirá.
  3. Cuidado con el pishing. Otra práctica ante la que deberíamos estar ya más que protegidos pero que, si se sigue utilizando, es porque hay muchos incautos que caen en sus redes. Consiste en un email o un mensaje que recibimos y que llega, supuestamente, desde la propia Twitter pidiéndonos nuestros datos de usuario. No hay que responder, ni entrar en un enlace ni descargar ningún documento que llegue en estos mensajes, por muchos logos originales que aparezcan. Ni la red social, ni ninguna otra empresa, nos pedirá nuestros datos personales ni de usuario a través de un email.
  4. Las apps de gestión de Twitter. Hay que tener cuidado con ellas. En el ataque de este miércoles muchas cuentas tenían un nexo común: Twitter Counter. Hay un buen puñado de aplicaciones que nos ayudarán a gestionar nuestra cuenta, pero hay que ser muy cuidados con ellas porque son una ventana de entrada perfecta para los hackers.
  5. Las redes wifi públicas. Otro punto perfecto para los piratas informáticos. No tienen que ser necesariamente redes wifi abiertas y públicas, que son las que menos seguridad tienen, sino todas aquellas a las que están conectados muchos dispositivos. Es el caso de conferencias, aeropuertos, hoteles o grandes centros de trabajo. La mayoría de estos espacios tienen la red wifi protegida por contraseña, pero tienen acceso a ellas cientos de personas al día.
  6. Bloquear el acceso de las aplicaciones. Cuando instalamos una aplicación en nuestros dispositivos, lo más probable es que nos aparezca un mensaje en el que dicha app nos solicita acceso a funcionalidades como la cámara u otras redes sociales. Eso ocurre también con Twitter, pues muchas herramientas que casi todos llevamos en nuestros teléfonos nos piden permiso para publicar tuits o seguir a otros usuarios. La mayoría de las veces ni siquiera nos molestamos en leer qué pide exactamente la aplicación, y le damos que sí sin saberlo. Es un error grave y que se corrige fácilmente entrando en opciones y en seguridad dentro de nuestra cuenta de la red social.

Además de estas sencillas medidas de seguridad, también debemos mantener actualizado en todo momento el software de nuestros dispositivos o realizar de manera habitual copias de seguridad de todos nuestros datos. Obviamente, no vamos a estar al 100% seguros, pero es una responsabilidad ponerle a los hackers todas las trabas posibles.