La compañía estadounidense de moda ha anunciado el cierre de su tienda enseña, en la Quinta Avenida de Nueva York, en pleno proceso de reestructuración y con sus acciones en caída libre. La cotización de la compañía de moda estadounidense ha caído un 60% desde enero de 2016.

La particular travesía del desierto de la compañía estadounidense de moda comenzó en enero de 2015. Ya ese año anunció recortes de personal de un 5%, que amplió en junio de 2016 con otro 8% así como el cierre de alrededor de 50 tiendas y unos 1.000 empleos.

El anuncio de hoy, además de la enseña de la compañía en la Quinta Avenida de Nueva York, incluye la  la reestructuración de sus operaciones digitales y puesta en marcha de una nueva plataforma de comercio electrónico, todo ello con el objetivo de ahorrar 140 millones de euros anuales.

Esos 140 millones se unen a los ahorros anunciados el año anterior de entre 180 y 220 millones de euros anuales.

La compañía afronta este anuncio mientras busca nuevo CEO, después de que el anterior, Stefan Larsson, anunciaba en febrero que dejaba la compañía por disputas con el fundador Ralph Lauren. Pese a que Larsson llegó a la empresa con experiencia en marcas como GAP que han implementado estrategias de "fast fashion" impulsada por Inditex, no ha conseguido levantar las ventas y ha abocado a la compañía a un plan de reestructuración.

Un plan, según ha anunciado la compañía, enfocado a reforzar sus tiendas digitales y proyectos adicionales como el de restauración Ralph’s Coffee. La compañía ha anunciado este martes que explorará tanto ese concepto como otros "formatos nuevos de tienda que conecten a la marca con consumidores nuevos y fieles".