Otra vez Forestalia. El grupo aragonés presidido por Fernando Samper vuelve a reventar una subasta oficial para la instalación de nuevas energías renovables imponiéndose a los grandes del sector. Lo hizo el año pasado y lo ha vuelto a hacer en la megasubasta organizada para hoy por el Ministerio de Energía para adjudicar 2.000 megavatios verdes (ampliables hasta un máximo de 3.000 MW).

Forestalia consigue 1.200 MW, frente a los 667 MW de Gas Natural, los 540 MW de Endesa o los 206 MW de Gamesa

El Grupo Forestalia se ha adjudicado de manera provisional unos 1.200 MW, el mayor paquete de la puja. Muy por delante de los 667 MW con los que se ha hecho Gas Natural Fenosa; los 540 MW que habría conseguido adjudicarse Endesa, a través de su filial verde Enel Green Power; o el paquetes de unos 206 MW obtenido por Gamesa, según informan fuentes del sector.

Otros grupos también se han adjudicado pequeños lotes del concurso, como Brial, con 237 MW, o Norvento, con otros 148 MW. Iberdrola, a pesar de ser el líder renovable, no ha conseguido adjudicarse ningún proyecto en la subasta

Estos resultados son de momento provisionales. Las compañías pueden presentar ahora reclamaciones. Las adjudicaciones no serán definitivas hasta obtener el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), que dispone de un plazo de 24 horas para confirmarlos, y después ser refrendadas por el Ministerio de Energía comandado por Álvaro Nadal.

Forestalia ya arrasó en la subasta de renovables celebrada en enero del año pasado, la primera después de años de moratoria verde. El grupo aragonés entonces consiguió adjudicarse 300 MW eólicos y algo más de 100 de biomasa, la mayoría de la potencia subastada por el Gobierno (500 MW eólicos y 200 de biomasa), al ofrecer quedarse con los proyectos renovables sin ninguna ayuda pública. Desde entonces, Forestalia ha estado buscando la financiación necesaria para desarrollar la construcción de los parques. En la subasta del año pasado las grandes eléctricas se quedaron sin nada y no obtuvieron licencia para ningún proyecto.

Arrasa la eólica

Toda la potencia inicialmente adjudicada corresponde a energía eólica. El Gobierno se decantó en esta ocasión por promover una subasta neutra tecnológicamente. Esto es, no se reservaban cupos para unos tipos de energía u otros, sino que se adjudicaban en función del coste de la inversión propuesta. Una circunstancia que en la práctica suponía impulsar la eólica en detrimento de la solar o la biomasa. La patronal fotovoltaica UNEF ha llegado a intentar  -sin éxito- suspender en los tribunales la puja por considerar que no era neutra y se hacía inviable la participación de la energía solar.

Todas las propuestas que se han presentado a la puja lo han con el máximo de descuento previsto en las bases. En caso de empate, los pliegos de la puja privilegiaban a la eólica frente a la fotovoltaica, al considerarse que los molinos pueden funcionar y generar electricidad más horas al año que los paneles solares.