Miguel Durán, socio del bufete Durán & Durán, va a por todas en los Tribunales contra los que considera responsables de la caída del Popular, su resolución por parte de Europa y posterior venta exprés a Santander por un euro simbólico.

"Ni como despacho, ni como representantes vamos a parar ni nos vamos a casar con nadie. No vamos a arrugarnos por muy poderoso que sea el contrario. Lo que ha pasado en Popular es una operación muy oscura. Tienen responsabilidades los que se han vendido el banco, los que lo han comprado y los que han ayudado en la transacción. A alguien se le ha dicho: ésta es la pecera y éste es el pez. La pecera y el pez son tuyos", denuncia.

Guindos tendrá que explicar, como imputado o testigo, el informe de Deloitte y qué comunicaciones mantuvo con Europa

De momento, ha dado los primeros pasos en la batalla judicial en la que representará a cientos de accionistas minoritarios. "Hemos interpuesto ya una denuncia que convertiremos en querella contra Emilio Saracho y su Consejo de administración. Ésta la ampliaremos a Sebastián Albella, presidente de la CNMV, que tendrá que explicarnos cómo se gestionaron las posiciones bajistas (cortos). Creemos que hay materia para ir por la vía penal contra todos ellos y contra el accionista mexicano Antonio Del Valle", señala. Y está analizando si también cabe una querella contra Reyes Calderón, que ayudó a Del Valle a expulsar a Ron de la presidencia.

Plantea ciertas dudas de cara a demandar al Consejo de Ángel Ron, expresidente del banco, por la vía penal. "Estamos estudiando si también tiene base una querella contra Ron y su equipo. Pero para ello, antes necesitamos tener el expediente completo que elaboró Deloitte y analizar cómo era la formulación de cuentas entre 2012 y 2016", añade.

Europa, el Gobierno español, Deloitte y PWC tienen responsabilidad en la caída del banco

El jurista también carga contra Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad. "Guindos, en el sentido más amplio, nos va a tener que explicar, no sé aún si como investigado -antigua figura del imputado- o como testigo, si conocía el tercer escenario que Deloitte plantea en su informa sobre Popular, atribuyéndole un valor de 1.500 millones de euros. También tendrá que responder sobre las comunicaciones entre el Ministerio y la MUS (Mecanismo Único de Supervisión)", expone Durán.

Y subraya: "En la jurisdicción penal no vamos a tener miramientos, incluso si la competencia fuese del Supremo, tal como correspondería si finalmente Guindos formar parte de la querella".

No vamos a aceptar ninguna compensación por parte de Santander que no sea dinero en efectivo

En cuanto a las denuncias que plantea cursar en la jurisdicción civil, Durán tiene clara la estrategia: "Vamos a demostrar que las cuentas desde 2012 no eran claras ni reflejaban fielmente la realidad de Popular. Y vamos a pedir diligencias, tanto al juez penal como al civil, sobre cómo Santander se hizo con Popular por un euro".

Por tanto, las demandas civiles van a afectar "al propio Santander porque, como comprador, asume las contingencias del Popular; al Popular, que tiene personalidad jurídica; y, eventualmente a todos los que pudieran ser responsables civiles subsidiarios, como Deloitte y PWC, auditor de las cuentas de Popular".

Durán expone sus dudas abiertamente sobre la legitimidad de la operación. "Si a mí me dicen que pague un euro por Popular y que no me preocupe si necesito crédito para cubrirlo porque adquiero algo valorado en 1.500 millones, que tiene un valor en libro de 6.500 millones y la mejor posición en pymes... además de generar créditos fiscales por 5.000 millones. Entonces, tendría que explicar muchas cosas".

Sobre la posibilidad de que Santander ofrezca a los afectados un acuerdo para minimizar las pérdidas por la amortización de todas las acciones de Popular y la deuda subordinada, el jurista se muestra firme: "No vamos a aceptar compensaciones en forma de papel, futuros o estructurados. Sólo nos los plantearíamos si la oferta fuese en efectivo", asegura.

Durán lanza un mensaje a Rodrigo Echenique, vicepresidente del Grupo Santander, recientemente nombrado presidente de Popular. "La figura personal de Echenique me parece de gran solvencia profesional. Si fuera inteligente, no dejaría que este proceso se convirtiese en el 'Caso Santander' y aceptaría ganar menos con la operación de lo que planean para dar una solución a los afectados.

Si Echenique es inteligente, no dejará que este proceso se convierta en el 'Caso Santander'

La tercera vía de actuación que maneja el abogado es recurrir el proceso de resolución de Popular ante la Audiencia Nacional, algo que implica demandas en, al menos, dos frentes: la JUR (Junta Única de Resolución) y el FROB.

"El Gobierno español va a tener que argumentar por qué no pudo inyectar liquidez de urgencia en Popular y, de paso, justificar por qué se actuó así, mientras la banca italiana recibía fondos públicos unos días más tarde. A menos que diga que Europa le manifestó que con el rescate de las cajas agotó el cupo... En ese caso, los accionistas de Popular podrán plantear al Gobierno y a Europa por qué el listón se pone de una determinada manera en cada caso", sostiene.

Un llamamiento a la unión de los abogados

Durán señala que puesto que son muchos los actores y los agentes jurídicos que están interviniendo en este caso, sería un error no contrastar pareceres en el plano estrictamente técnico.

"En el plano técnico, jurídico, si uno de nosotros comete un error y, como consecuencia, hay una resolución judicial negativa, el adversario hará que las cajas de resonancias se oigan en el confín de la tierra. Es un error que los abogados que formamos parte del proceso no compartamos nuestras convicciones para favoreces los intereses de los clientes frente a un adversario muy potente que sí se va a poner de acuerdo", asegura.