El fallecimiento de Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, deja varios procesos judiciales en vilo. Más allá de las especulaciones sobre cómo habrían devenido los diversos juicios que afectaban al banquero, la consecuencia directa de la muerte de un investigado (antigua figura del imputado) es que se extinguen todas las acciones penales. Sin embargo, las responsabilidades civiles sí pueden transmitirse a los herederos en determinadas circunstancias.

Es el caso de las tarjetas black. Blesa fue condenado el pasado 23 de febrero a seis años de prisión por un delito continuado de apropiación indebida del patrimonio de Caja Madrid por gastar 436.688 euros con tarjetas opacas de la entidad.

Su familia ha de asumir las responsabilidades civiles por las black, pero se libra de los casos de preferentes y sobresueldos

Junto a ello, el fallo le obligaba a responder de forma solidaria, junto con Rodrigo Rato, su sucesor en la presidencia de Caja Madrid, por todas las cuantías defraudadas con las tarjetas opacas: 12 millones de euros menos las cantidades prescritas y lo que gastó uno de los acusados, que ya falleció. Es decir, Blesa debía hacer frente a cerca de seis millones de euros que estaban depositados en concepto de fianza civil.

El fallo de la Audiencia Nacional fue recurrido por ambos expresidentes de Caja Madrid el pasado mes de abril ante el Tribunal Supremo. Por tanto, ahora depende de la decisión que adopte esta institución que los herederos de Blesa deban hacer frente o no al pago de la cuantía defraudada, en función de que el recurso interpuesto sea estimado o desestimado, con lo que se confirmaría la sentencia.

En cualquier caso, los herederos pueden aceptar la herencia a beneficio de inventario. De este modo, sólo responderían con los bienes de la herencia a las deudas de Blesa y posibles responsabilidades civiles. Si, después de cubrir todas las contingencias quedase más patrimonio, los herederos recibirían el remanente.

El banquero tenía los bienes embargados desde 2014 al no haber podido pagar una fianza de 16 millones

Blesa tenía todos sus bienes embargados desde finales de 2014 al no haber podido hacer frente a la fianza por importe de 16 millones de euros que le impuso el juez Fernando Andreu.

Más allá del juicio por las tarjetas black, el expresidente de la que llegase a ser la cuarta entidad por activos del país estaba en el foco de otros procesos. Por un lado, el caso de la venta de participaciones preferentes, cuyo proceso penal está abierto en la Audiencia Nacional en fase de instrucción. Dado que no ha comenzado el juicio, el fallecido y sus herederos están libres de cualquier responsabilidad civil.

Lo mismo aplica al  caso de los sobresueldos e incentivos ilegales que presuntamente otorgó Blesa a los altos directivos de la caja desde el año 2008 y que ascendieron a 8,57 millones de euros. El fallecido estaba a la espera de sentarse de nuevo en el banquillo por esta caso.