El beneficio neto de la banca europea se ha visto reducido a casi la mitad que hace diez años, justo antes del estallido de la crisis financiera que acabó desencadenando la Gran Recesión, según Deutsche Bank Research, que estima en unos 44.000 millones de euros las ganancias de los 20 mayores bancos del Viejo Continente, frente a los 85.000 millones alcanzados hace una década.

"Es un resultado lógico de los menores márgenes operativos y de unos niveles más o menos estables de provisiones", señalan los autores del informe, subrayando que el primer semestre de 2007 supuso un récord en la rentabilidad de la banca europea en términos absolutos al coincidir con el pico del 'boom' crediticio, explica el informe, según recoge Europa Press.

En comparación con los resultados previos al estallido de la crisis, la rentabilidad sobre recursos propios (RoE) de los mayores bancos europeos ha sufrido una caída similar, pasando del 21% en el primer semestre de 2007 al 9% diez años después.

Asimismo, la entidad alemana señala que la eficiencia de la banca europea se mantiene "sólida", a pesar de que la ratio de costes sobre ingresos ha subido hasta una media del 62%, frente al 55% de la primera mitad de 2007, aunque advierte de la amplia dispersión entre bancos, ya que la entidad analizada con la ratio más elevada llega al 87% y la que menos se sitúa en el 46%.

En cuanto a los ingresos, Deutsche Bank Research calcula que estos han caído un 23% en los últimos diez años, lo que equivale a un retroceso de unos 231.000 millones de euros, aunque considera que la composición de la cifra de negocio de las entidades es ahora "mucho más saludable y sostenible", lo que hace al sector bancario más sólido y es una buena noticia desde el punto de vista de la estabilidad financiera.

En este sentido, los autores destacan que los ingresos correspondientes a intermediación y "otros", considerados los dos componentes menos estables del negocio bancario, representan actualmente menos del 20% de los ingresos de las entidades analizadas, frente al 37% de hace una década.

Los ingresos por intereses netos siguen siendo el principal componente del negocio de la banca europea, alrededor del 52% del total, frente al 35% de 2007, a pesar de la presión en los últimos años derivada de los bajos tipos de interés, gracias a los mayores volúmenes de préstamos y la caída de los costes de financiación de las entidades, junto con el abaratamiento de los depósitos a la vista de los clientes, que apenas son retribuidos y suponen en la actualidad "una fuente muy barata de financiación".

Menos comisiones

Por su parte, los ingresos por comisiones han bajado un 22% respecto a la situación inmediatamente anterior a la crisis a raíz de los menores volúmenes de emisiones e intermediación en mercados de elevadas comisiones como los derivados, las titulizaciones y las finanzas estructuradas, además del impacto de la regulación y la automatización, así como de la tendencia hacia una gestión más pasiva de activos, como constata el auge de los ETF.

Por otro lado, Deutsche Bank Research señala la significativa evolución de las provisiones durante los últimos diez años, con un fuerte aumento inicial y comenzando a reducirse recientemente, apuntando que "actualmente se encuentran prácticamente al mismo nivel que en la primera mitad de 2007", aunque "entretanto" han supuesto un lastre para la rentabilidad.

De hecho, la entidad alemana advierte de que, ante un proceso de normalización de los tipos de interés como el que puede producirse en Europa a medio o largo plazo, es habitual que unos años después de las subidas de tipos se registren aumentos en las provisiones.