Prisa ve su camino futuro cada vez más despejado. El grupo de medios de comunicación ha comunicado en la tarde de este jueves el resultado definitivo de su proceso de ampliación de capital para captar 563,22 millones de euros. Y los números cubren con creces las expectativas.

Según los datos comunicados por la compañía en un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los inversores han demandado 7,6 veces más acciones de las puestas en oferta, lo que implica que han ofrecido unos 4.291 millones de euros para financiar la operación.

Esta ampliación de capital suponía una pieza clave en la estrategia de Prisa para refinanciar sus elevadas deudas y garantizar de este modo su viabilidad. Para ello, el grupo ahora presidido por Manuel Polanco firmó el pasado 16 de enero un acuerdo con sus acreedores para posponer los pagos de su deuda, alargando los vencimientos hasta 2022. Este pacto estaba condicionado al éxito de la ampliación de capital.

La empresa ha logrado, además, cubrir el total de la ampliación durante el periodo de suscripción preferente, lo que viene a reflejar el respaldo que los actuales accionistas han dado al nuevo rumbo que parece estar adoptando la compañía, tras el relevo de su cúpula. La empresa ya había comunicado el compromiso de algunos de sus principales accionistas como Amber Capital, Santander, HSBC y CaixaBank, de participar -en mayor o menor medida- en la ampliación de capital, en unos términos que garantizaban la adquisición del 53,47% de las nuevas acciones.

Prisa explica que, "durante el periodo de suscripción preferente, finalizado el día 10 de febrero de 2018, se han suscrito, en ejercicio de los derechos de suscripción preferente, 468.443.150 nuevas acciones de la sociedad, representativas del 99,81% del aumento de capital". Los restantes  906.989 fueron repartidos este mismo jueves, mediante prorrateo, entre aquellos accionistas que habían solicitado más de 3.000 millones de acciones adicionales.

El éxito de la ampliación de capital era un paso clave para activar la refinanciación de su deuda

Para asegurar el éxito de la operación, Prisa había lanzado la ampliación con un descuento del 15% -o superior al 50% si no se tienen en cuenta los derechos de suscripción entregados por la compañía-, respecto a la cotización de sus acciones en el momento en que se lanzó la operación.

Está previsto que las nuevas acciones comiencen a cotizar el próximo 20 de febrero. Actualmente, Prisa cuenta con cerca de 89 millones de acciones, que cotizan a un precio de 1,83 euros, lo que le otorga una capitalización de 163 millones de euros. Este panorama cambiará sustancialmente cuando lleguen al parqué los más de 550 millones de nuevas acciones provenientes de la ampliación.

Con el éxito de la ampliación de capital y la reestructuración de su deuda, Prisa alivia una situación que se cernía como una amenaza sobre su futuro desde hacía años. El grupo debía hacer frente a finales de este año a la refinanciación de una deuda que asciende a 957 millones de euros, una cifra más de tres veces superior al valor de la compañía en bolsa. A esta cifra se unía otra serie de vencimientos en 2019, hasta elevar el grueso de la deuda de la compañía a alrededor de 1.500 millones de euros.

El nuevo acuerdo con los acreedores permitirá, no sólo un aplazamiento de los pagos, sino que permitirá a Prisa una reducción de esa deuda en casi un tercio, ya que la compañía editora del diario El País había anunciado su intención de realizar "un primer repago de 450 millones de euros a realizar con los fondos obtenidos de la ampliación de capital aprobada por la Junta General celebrada el 15 de noviembre de 2017", según detalló en su momento.

Prisa también está pendiente de la resolución de la venta de su negocio en Portugal, Media Capital, al grupo galo Altice, que sigue a la espera de las pertinentes autorizaciones regulatorias. La compañía reconocía en el folleto de su ampliación de capital que la posibilidad de que esta operación no se haya concluido el 30 de junio de 2018 representaba uno de los principales riesgos a los que se enfrenta el grupo.