Logotipo de una tienda de Orange
España se confirma como el segundo mayor mercado de Orange (sólo por detrás de Francia, su país de origen) y lo hace reforzando su crecimiento tanto en ventas como en rentabilidad, con tasas de incrementos récord para el conjunto de la compañía a escala global.
La filial española de Orange elevó sus ingresos un 7,1% el año pasado, hasta los 5.371 millones de euros, y disparó su resultado bruto de explotación (ebitda) un 17,2%, hasta los 1.582 millones de euros. La rentabilidad se refuerza con un incremento del margen sobre ingresos de 2,5 puntos en un año, hasta el 29,4%.
España fue el mercado del grupo donde más creció la facturación en 2017 en todo el mundo, lo que ha sido posible gracias tanto al crecimiento en la facturación por servicios móviles, que aumentó un 7,3 % en el último año, hasta 2.769 millones de euros, como en los ingresos por servicios fijos, que se incrementaron un 6,2 %, hasta 2.041 millones. También ha destacado el importante aumento en la facturación derivada de la venta de equipos que ascendió a 559 millones.
Orange España ejecuto inversiones de 1.115 millones de euros el pasado año, lo que supone más de una quinta parte de todos los ingresos del ejercicio (un 21% del total) y que se destinarán fundamentalmente a ampliar las redes de alta velocidad 4G y la de fibra óptica. Al cierre de 2017, la compañía ya cuenta con una cobertura de móvil de cuarta generación en el 95,7% de la población española y la red de fibra alcanza los 12 millones de hogares (un 24,4% más que el año anterior).
Orange ha conseguido alcanzar en España los 20,04 millones de clientes. De ellos, 15,89 millones son de telefonía móvil, un 1,1% más; 4,15 son de banda ancha, un 0,5% más; y 2,26 millones son usuarios del servicio de televisión, con un fuerte incremento del 40,4%.
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