La cadena de supermercados Eroski y los bancos acreedores están negociando la refinanciación de 1.600 millones de euros que vencen en 2019 de los 2.275 millones que adeuda la compañía. En medio de las negociaciones, el sí de la banca está condicionado a "un plan de negocio creíble, puesto que el que acaba de presentar la compañía es demasiado ambicioso, y a que la compañía precise las cifras de partida", señalan a El Independiente fuentes financieras próximas a las conversaciones.

A ello que suma que los bancos todavía no han visto las cifras de Eroski de 2017, cerrado en enero, que se presentarán a finales de mayo.

Los bancos y la compañía de distribución, que fichó a Morgan Stanley como asesor financiero para que negocie las condiciones, aspiran a tener cerrado el acuerdo, como tarde, a mediados de este año, ya que en 2019 vence parte del préstamo.

Los bancos han solicitado a la cadena del Grupo Mondrgón que precise los datos de su plan de crecimiento

Entretanto, los gestores de la cooperativa vasca y el conocido como G-5 -los principales acreedores, Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankia- mantienen reuniones semanales.

El acuerdo al que Eroski llegó con sus acreedores en 2014 para mantenerse a flote con una deuda de más de 2.500 millones incluía varios tramos de deuda. Un tramo, senior de más calidad, constaba de 791 millones con vencimiento el 31 de julio de 2019, y unos intereses que oscilan entre el 2,5% y 5% total en función de la generación de caja de la compañía. Junto a éste, también vencen el próximo año 948 millones de euros de deuda no estructural a un tipo medio del 3,75%, ligada a la mejora del ebitda (resultado bruto de explotación) y al cumplimiento del plan de negocio acordado.

La cadena tenía otro paquete de deuda ligado a desinversiones por 300 millones de euros, que la cadena de alimentación ya ha acometido. Respecto a la deuda inmobiliaria, por 105 millones de euros, el tramo se estructuró de tal forma que no drenará recursos del grupo y estuviese supeditado a los resultados de la actividad inmobiliaria de la cooperativa.

Lo que se juega la banca

Santander, tras la compra de Popular, es el mayor acreedor de la compañía perteneciente al Grupo Mondragón. Al cierre de julio, tenía comprometidos 520 millones de euros, casi la cuarta parte de los 2.275 millones que adeudaba a mediados del año pasado.

Tras Santander, BBVA, con 350 millones de deuda en su balance, es el banco que más se juega en la refinanciación. Le sigue Caixabank, con 255 millones y, con montantes más discretos, Sabadell (175 mill0nes), Bankia (140 millones), KutxaBank (117 millones) y Caja Laboral (69 millones). Los restantes 640 millones se reparten entre una docena de entidades más.

Santander tiene comprometidos en Eroski 520 millones, BBVA, 350 millones y CaixaBank, 255 millones

En enero de 2015, la cooperativa llegó a un acuerdo con los bancos acreedores para aprobar un plan de reestructuración de deuda por 2.515 millones de euros -procedente, en su mayoría, de la unificación de dos préstamos sindicados de 2007 y 2009-, en varios tramos que exigía realizar fuertes desinversiones inmobiliarias y de negocio.

Ahora, sin embargo, la compañía vasca aspira a llegar a un acuerdo de refinanciación ordinaria en términos continuistas con unas condiciones más favorables que le permitan mantener un equilibrio entre la amortización de la deuda y la generación de recursos para mantener la actividad, al tiempo que realiza nuevas inversiones. Este año planea abrir en torno a una decena de nuevas tiendas.

La cadena de supermercados, que desde 2007 ha amortizado deuda por una cifra récord que supera los 1.500 millones de euros, da por terminado el proceso de desinversiones, después de haber vendido el pasado mes de julio más de 100 perfumerías If a Douglas.