Economía | Empresas OBJETIVOS EN SU NUEVO PLAN ESTRATÉGICO

Endesa se enfrenta al Gobierno y confirma su plan de llegar a 2030 con nucleares y carbón

La eléctrica compromete ante los inversores su objetivo de mantener todas sus nucleares a largo plazo y confirma que cerrará dos centrales de carbón, pero quiere seguir con otras dos plantas operativas hasta 2035.

Endesa se enfrenta al Gobierno y confirma su plan de llegar a 2030 con nucleares y carbón

La central de carbón de Andorra (Teruel), gestionada por Endesa. endesa

Endesa ha rediseñado su plan de futuro. Un nuevo plan, con objetivos a 2021 y a 2030, en el que prevé crecer, y mucho, en el negocio de las energías renovables; mantener intacta la actividad de todas sus centrales nucleares; y reducir sustancialmente su presencia en un carbón venido a menos.

La compañía acaba de actualizar su plan estratégico y en la nueva versión dispara hasta los 2.000 millones las inversiones para crecer en renovables (frente a los 900 millones previstos hasta ahora), con el objetivo de elevar su capacidad energías limpias desde los 6.500 megavatios (MW) que alcanzará este año hasta los 8.400 MW en 2021, sumando 800 MW de nueva eólica y 1.100 MW de solar.

Con el nuevo plan, Endesa reconfirma su apuesta por mantener las nucleares a largo plazo y por prescindir de la mitad de sus centrales de carbón. La hoja de ruta de la compañía compartida con los inversores contempla mantener íntegra su actividad nuclear hasta 2030 y por cerrar dos de sus cuatro centrales de carbón.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha anticipado su previsión de que España llegará a 2030 sin nucleares y sin centrales de carbón. Endesa tiene otra visión. Según las previsiones que maneja la eléctrica, en esa fecha seguirán operativos los 7.000 megavatios (MW) de potencia nuclear y aún estarán activos 4.000 MW de los 10.000 actuales de carbón.

En concreto, en la nueva versión del plan estratégico de la eléctrica se contempla que todas las nucleares que gestiona o participa la compañía en España (con una potencia de unos 3.300 MW) seguirán activas en 2021. Un matiz importante, dado que Endesa e Iberdrola deben decidir si piden el próximo año la renovación de los permisos de explotación de dos de sus nucleares –Almaraz y Vandellós II-, que expiran formalmente en 2020.

Ambas compañías no han desvelado oficialmente su intención de pedir la renovación y, de hecho, disienten sobre los plazos de prolongación de la vida de esas centrales y de las demás en las que comparten accionariado.

Mientras Iberdrola se conforma con llevar las centrales hasta los 40 años de funcionamiento porque el negocio nuclear le provoca pérdidas, Endesa aspira a los 50 años para no generar un agujero millonario en sus resultados financieros (la compañía elabora sus cuentas con ese plazo, y no cumplirlo le provocaría un sobrecoste anular de unos 190 millones al año).

En paralelo, Endesa ha confirmado en su nuevo plan estratégico, que cerrará en 2020 las centrales de carbón de Compostilla (León) y Andorra (Teruel), que son las que utilizan carbón nacional y en las que no ha ejecutado las inversiones necesarias para cumplir con los nuevos requisitos medioambientales de la UE por la imposibilidad de rentabilizarlos.

Pero el plan de Endesa pasa por mantener sus otras dos centrales de carbón españolas en marcha. La eléctrica sí que ya ha ejecutado las inversiones necesarias para la desnitrificación y desulfurización de la plantas de Litoral (Almería) y ha iniciado los trabajos en la de As Pontes (A Coruña). De hecho, la compañía contempla alargar la vida de ambas centrales térmicas hasta 2035 para poder amortizar las nuevas inversiones realizadas, según las previsiones internas del grupo a las que ha tenido acceso El Independiente.

Frente al crecimiento en renovables, la hoja de ruta de Endesa augura una caída sustancial del uso de energías convencionales para producir electricidad, de los 16.200 MW actuales hasta 14.100 MW en tres años. Mientras se mantiene la producción con gas natural, el descenso se debe casi enteramente a los cierres de Compostilla y Andorra, recortando su potencia en centrales de carbón de los 5.100 MW de hoy hasta sólo 3.000 MW en 2021.

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