El Gobierno ha tenido que elaborar los Presupuestos de 2019 rubricando finalmente un objetivo de déficit del 1,3% del PIB después de que PP y Ciudadanos tumbarán en el Senado la posibilidad de elevarlo al 1,8%.

Desde el Ministerio de Hacienda se venía avisando de que ello reduciría la capacidad de gasto del conjunto de las administraciones en unos 6.000 millones de euros, pero que las grandes perjudicadas serían las comunidades autónomas y la Seguridad Social, que se echarían a la espalda cuatro de esas cinco décimas.

De ese modo, el objetivo del Estado pasa del -0,4% al -0,3%; el de las comunidades autónomas, del -0,3% al -0,1% y de la Seguridad Social del -1,1% al -0,9%.

Sin embargo, en la realidad el Estado asumirá el coste para esta última. Según ha revelado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, los Presupuestos de 2019 incluirán una transferencia adicional de 850 millones de euros para poder cuadrar las cuentas del sistema de pensiones de acuerdo con la senda más restrictiva de déficit impuesta por PP y Ciudadanos.

Eso sin contar con el préstamos del Tesoro que este año habrá de volver a habilitar también por la vía de los Presupuestos para completar los pagos a los pensionistas dada la situación de déficit del sistema. Una factura que casi con toda seguridad superará los 10.000 millones de euros.

Menos crecimiento y empleo

Montero ha afirmado además que esos 850 millones de euros se trasferirán detrayéndolos del gasto en inversiones. Es por ello, entre otras cosas, que el Gobierno también ha rebajado una décima la previsión de crecimiento del PIB del 2,3% al 2,2%.

Y no solo eso, el cuadro macroeconómico presentado este viernes por el Gobierno y que acompañará los Presupuestos de 2019 apunta que la tasa de paro para este año será del 14%, dos décimas por encima de las últimas previsiones.