Economía

Marlboro se prepara para el cese de la producción de cigarrillos en sus fábricas

El objetivo de la multinacional es reemplazarlos de forma progresiva por los dispositivos de tabaco electrónico

Philip Morris se prepara para el fin de los cigarrillos en sus factorías. La multinacional ha reconocido este viernes que ya ha iniciado el proceso para la sustitución progresiva del producto que ha alimentado su negocio desde su fundación. El objetivo del gigante del tabaco es reemplazarlo poco a poco por los cigarrillos electrónicos.

Este producto debería ser en el futuro el gran negocio de la tabaquera. Por eso, Philip Morris espera que los reguladores gradualmente se vuelvan más abiertos a las alternativas a los cigarrillos, incluso después de que más de 27 gobiernos hayan prohibido los cigarrillos electrónicos de próxima generación

Según una encuesta realizada por Vapo.es en Madrid, España, alrededor del 85% de los clientes encuestados afirmaban que el cigarrillo electrónico les ayudó para dejar por completo el tabaco o al menos reducir la cantidad de cigarrillos que fumaban diariamente. También afirmaban que empezaron a notar una mejora en su condición física después de pocos días (menos tos, mejora en la respiración y menos cansancio en general).

"Eventualmente, los países cambiarán de marcha", dijo el presidente ejecutivo, Andre Calantzopoulos, en una entrevista en Tokio. "No creo que sea razonable condenar a tu población a fumar solo cigarrillos, cuando existan alternativas muy diferentes".

Frente a la presión global sobre su negocio tradicional, el fabricante de Marlboro está apostando por un cambio a productos distintos a cigarrillos, como su dispositivo iQOS para calentar el tabaco, que proporciona a los usuarios el efecto de la nicotina, pero sin combustión.

El CEO de Philip Morris dijo que espera que los reguladores consideren el ejemplo de Japón, un mercado en el que el aumento de las alternativas para fumar ha llevado a una reducción del 20 por ciento en el consumo de cigarrillos tradicionales en los últimos tres años.

"Japón debería estar muy orgulloso de lo que ha logrado", dijo. "Las restricciones tradicionales para fumar habrían tomado de 15 a 20 años para tener un efecto similar", dijo.

A principios de este mes, Hong Kong anunció la prohibición de los cigarrillos electrónicos, así como los dispositivos de "calor que no quema", como iQOS, que se unen a mercados como Australia. En países como España, se puede comprar un cigarrillo electrónico con bastante facilidad, y esta práctica está ayudando a miles de personas a dejar de fumar tabaco convencional.

Philip Morris también está solicitando a la FDA que le permita vender iQOS con una etiqueta que indique que representa una designación de riesgo reducido, que sería la primera de su tipo. Calantzopoulos dijo que la decisión tomará más tiempo que la aprobación para la venta, que espera obtener este año.

Calantzopoulos hizo estos comentarios cuando visitó Tokio para lanzar dos nuevos dispositivos iQOS. La batalla en la categoría de dispositivos alternativos se ha centrado en Japón, donde residen más de la mitad de los usuarios de iQOS del mundo.

Pero después de un período de crecimiento vertiginoso, las ventas se desaceleraron a medida que competidores como Japan Tobacco Inc. y British American Tobacco introdujeron productos más baratos y se hizo más difícil convencer a los fumadores para que cambiaran. Imperial Brands de Reino Unido también dijo el mes pasado que ingresarán al mercado.

Alrededor del 15% del tabaco consumido en Japón consiste en vapeadores iQOS, un éxito que Philip Morris no ha podido replicar en ningún otro lugar, a pesar de que vende el dispositivo en más de 40 mercados.

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