Bankia obtuvo un beneficio atribuido de 703 millones de euros en 2018, lo que supone un incremento del 39,2% respecto a 2017, tras la incorporación de BMN, según ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En términos ordinarios, el beneficio se situó en 788 millones, lo que supone un descenso del 3,4% respecto a los 816 millones ganados en el ejercicio anterior.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha destacado que el año 2018 ha sido, desde el punto de vista estratégico, "muy importante" para la entidad porque ha integrado a BMN "en un tiempo récord y de forma magnífica", lo que abre "enormes" posibilidades de cara al futuro y ha añadido que la fusión ha proporcionado ya un incremento de la base de clientela, recoge Europa Press. 

Durante 2018, Bankia elevó un 5,5% el margen de intereses, hasta 2.049 millones de euros (no obstante, de haberse incluido a BMN en la cuenta de resultados de 2017, esta línea caería un 9,6%). Los ingresos por comisiones se incrementaron un 25,3% (3,4% en comparación homogénea) y los resultados por operaciones financieras aumentaron un 11,5%, lo que permitió que el margen bruto avanzara un 11,3% (cae un 6,3% con BMN) y se situara en 3.368 millones.

El margen bruto de clientes creció hasta el 1,58%, nivel que se equipara con el logrado en el primer trimestre de 2017 y que, con anterioridad, no se conseguía desde la segunda mitad de 2013. Esta cifra fue cinco puntos básicos superior a la del último trimestre de 2017, crecimiento que estuvo motivado por un menor coste de los depósitos y un ligero aumento del rendimiento de los créditos.

Los gastos de explotación crecieron un 20,7% por la integración de BMN, pero en perímetro homogéneo descendieron un 4,3% gracias a la aceleración de la captura de sinergias tras la fusión, que ascienden ya a 130 millones de euros, frente a los 66 millones que se preveían para este momento. Con ello, el margen antes de provisiones subió un 1,4% (-9,1% en proforma), hasta 1.498 millones.

Las dotaciones ordinarias de crédito y adjudicados se elevaron a 437 millones, un 2,5% menos que el ejercicio anterior, lo que permitió reducir cinco puntos básicos, hasta el 0,18%, el coste de riesgo recurrente.

De manera adicional, se realizó una dotación extraordinaria de 85 millones después de impuestos por la venta de una cartera de activos improductivos de un tamaño de 3.070 millones en el momento del acuerdo. A cambio, esta operación permitirá ahorrar 200 millones de euros en los tres años posteriores a su cierre. Tras esta dotación, el cuarto trimestre del año arroja unas pérdidas de 40 millones de euros.

De esta forma, el beneficio ordinario ascendió a 788 millones de euros (un 3,4% menos), que queda en 703 millones si se resta la provisión extraordinaria por la venta de carteras (un 39,2% más que los 505 millones del año pasado, cuando se hizo un cargo de 312 millones para la fusión).

Con estos resultados, el consejo de administración propondrá a la junta general de accionistas elevar un 5% el dividendo por acción, hasta los 11,576 céntimos (11,024 céntimos en 2017). Así, la cuantía total que se abonará a los accionistas de Bankia ascenderá a 357 millones de euros, frente a los 340 millones del ejercicio precedente. El pay-out alcanza así el 50%.

Con la participación actual del 61,4% que tiene el FROB en Bankia, este dividendo supondrá un nuevo avance en el proceso de devolución de las ayudas por importe de 219 millones de euros. Así, el total de las ayudas reintegradas tras realizarse el pago, que está previsto en abril, ascenderá a 3.083 millones de euros, de los que 961 millones corresponden a los cinco dividendos abonados desde 2014.