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El desplome de Neinor siembra la desconfianza en el sector inmobiliario

La promotora se hunde casi un 17% en bolsa tras recortar sus previsiones y arrastra al conjunto del sector

El desplome de Neinor siembra la desconfianza en el sector inmobiliario español.
Promoción Artola Homes de Neinor Homes en Marbella (Málaga).

La sombra de la desconfianza se cierne sobre el ladrillo español. El contundente revés encajado este martes por las principales promotoras de la bolsa española se muestra como la más clara evidencia de que los inversores han dado la espalda al sector.

El anuncio, en la tarde de este lunes, de la promotora Neinor de que incumplirá, por mucho, sus objetivos de ejecución y ventas y obtendrá en 2019 un ebitda más de un 50% inferior al previsto, ha sentado como un jarro de agua fría sobre la credibilidad de un sector que ya había dado razones para el recelo de los mercados.

Las acciones de Neinor sufrieron este martes un descalabro que se aproximó al 17%. Aunque en el mercado eran muchas las voces que venían alertando del riesgo de incumplimiento por parte del grupo inmobiliario, la magnitud de la rebaja de estimaciones anunciada ha sorprendido incluso a los más escépticos. "La revisión de la guía para los próximos años era algo inevitable, pero la magnitud ha resultado una sorpresa", consideran los analistas de BPI-CaixaBank.

Los analistas temen que los problemas de Neinor puedan deberse a problemas internos en la calidad de su oferta

El desplome confirma a Neinor como el peor valor del año de la bolsa española, con recortes que superan ya el 30% y agudiza el hundimiento de un grupo que ha visto esfumarse hasta el 55% de su capitalización en menos de dos años. "Desde la salida a bolsa hace dos años, Neinor nunca ha cumplido la orientación, y esta nueva advertencia de ganancias plantea interrogantes sobre el modelo de negocio en sí", señalan los expertos de Alantra.

Para los analistas de esta firma, los problemas de Neinor, que la compañía achaca a cuestiones de negocio como cierta demora en las licencias de construcción y algunos cuellos de botella en el proceso de construcción, no pueden explicarse únicamente por problemas generales sino que esconden debilidades particulares. "Creemos que la compañía puede no tener un producto lo suficientemente atractivo en términos de calidad/precio y que sus capacidades operativas (la capacidad de entregar en tiempo y coste) podrían estar por debajo de la media", advierten.

Y ni siquiera algunos de los anuncios realizados este lunes para contener la preocupación de los inversores (relevos en la dirección, recompra de acciones y dividendo) resultan efectivos para detener la acometida de la desconfianza. "Incluso pensar en dividendos y recompras en un momento en que básicamente no hay generación de flujos de caja muestra un fallo de enfoque. Nuestra opinión es que la compañía no tiene credibilidad y que hasta que no comience a cumplir no se puede invertir en sus acciones", comentan en Alantra.

Pero, lo cierto es que las dudas de los inversores no han quedado limitadas a Neinor, sino que se han extendido a otros grupos, como Aedas y Metrovacesa, que ha firmado en la jornada de este martes retrocesos en el entorno del 5 y el 7,5%, respectivamente. Ambas firmas arrastran caídas que superan el 30% desde el pasado verano, demostrando que, más allá de los grandes titulares, el negocio inmobiliario español, al menos el de la promoción, lleva tiempo sin entusiasmar a los inversores. "La sucesión de recortes de orientación y errores de comunicación han puesto a las promotoras fuera del radar de los inversores", consideran los analistas de BPI-CaixaBank.

La desconfianza de los inversores se agrava por los primeros síntomas de desaceleración del mercado inmobiliario español

Y la situación parece agravarse con las nuevas previsiones de Neinor. Para los analistas de Banco Santander, el brusco recorte en sus pronósticos de la compañía ahora dirigida por Borja García-Egotxeaga representa "una clara señal de que la construcción va más lentamente de lo que se esperaba inicialmente", algo que resulta especialmente preocupante para Metrovacesa. La compañía, cuyo principal accionista es, precisamente, el Banco Santander, ya anunció en 2018 una rebaja de sus objetivos y en BPI-CaixaBank esperan que anuncie un nuevo recorte "más pronto que tarde".

Tanto Aedas como Metrovacesa, al igual que Neinor, se han visto penalizadas por cuestiones como la lentitud en la concesión de licencias de construcción o el aumento de los costes, a causa -en buena medida- de la falta de mano de obra cualificada para algunas funciones concretas. Y a este escenario se añade el impacto de una economía nacional en desaceleración y un negocio inmobiliario que, pese a su solidez, empieza a dar también muestras de pérdida de pujanza.

Así, al menos, lo señalan los analistas de Bankinter. "El mercado inmobiliario sigue presentando solidez, no obstante algunos indicadores comienzan a reflejar los primeros síntomas de agotamiento. La rentabilidad del alquiler se ha situado por debajo del 4% (nivel no visto desde 2013) y el esfuerzo para acceder a la compra de una vivienda se elevó en el cuarto trimestre de 2018 un 0,9%. En términos de precios también se está produciendo una desaceleración. La variación anual en cuarto trimestre de 2018 disminuyó seis décimas hasta el 6,6%", advierten.

Todo esto no hace sino alimentar la desconfianza del inversor hacia las grandes promotoras del parqué español y configura, por ende, un escenario poco alentador para su recuperación, pese a los elevados potenciales que muchas firmas de análisis les otorgan aún a día de hoy.

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