El Banco de España ha mostrado, una vez más, su preocupación en torno al nivel de capital de los bancos y la elevada remuneración al accionista. En el informe de estabilidad de 2018, el supervisor recuerda a las entidades que "las políticas de retribución deben adecuarse a la necesidad de generación orgánica de capital de cada entidad". En este sentido, pone la lupa sobre el pay out (porcentaje del beneficio que la entidad destina a dividendo) medio de los últimos ejercicios.

"La evolución del capital CET1 en los últimos cuatro años contrasta con la evolución de los dividendos (alrededor de 25.000 millones, en volumen total) distribuidos por la banca española en ese periodo. Con una ratio pay-out en el entorno del 50% del beneficio neto para el conjunto del sector, la generación orgánica de capital no parece ser la suficiente para que las entidades pudieran dar una respuesta rápida a un aumento de la demanda de crédito, o hacer frente a la necesidad de absorción de pérdidas en caso de la materialización de alguno de los riesgos señalados en este informe sin una erosión adicional significativa de su ratio de CET1", recoge el Banco de España en el informe.

En esta coyuntura, Santander ha remitido a sus grandes clientes una nota en la que muestra su pesimismo en torno a la banca nacional. "Los principales riesgos son la presión regulatoria, la debilidad del crecimiento de los beneficios y el riesgo de litigiosidad. Son las tres razones que explican nuestra postura negativa actual en los bancos españoles", señala el equipo de inversión del banco.

Según sus cálculos, "los bancos que probablemente se verán más afectados por esta nueva preocupación en torno al nivel de remuneración al accionista son los que tienen bases de capital relativamente más débiles, como BBVA, Sabadell, y Bankia, puesto que se ha comprometido a repartir 2.500 millones de euros en dividendos entre 2018-2020".

La nota explica que "el ratio de pay out de BBVA en 2018 alcanzó el 33% (37% sobre las ganancias subyacentes) y no esperamos que aumente por encima del 40% en los próximos dos años"

En torno a Sabadell, recuerda que redujo su beneficio por acción (BPA) de 0,07 euros por título en 2017 a 0,03 euros en 2018 para mantener su pay out en el 50%. Y considera que "dada su vulnerable base de capital, dudamos que haya recorrido al alza en el futuro".

En cuanto a Bankia, el grupo que preside Ana Botín hace mención al compromiso del banco nacionalizado, a través de su plan estratégico, de distribuir 2.500 millones entre los accionistas durante el periodo 2018 y 2020, a través de dividendos ordinarios y extraordinarios.

"Según nuestras estimaciones de resultados, esto representaría un pay out de más del 100%  en el período y es una de las razones principales por las que nuestra estimación actual de dividendos totales está por debajo. Pero, dados los comentarios del Banco de España, incluso el objetivo de 2.000 millones está en riesgo, al menos en el corto plazo y pese a que Bankia es el segundo banco mejor capitalizado del sector con un CET1 de 12,6%", señala la nota.

El equipo de Santander señala que "la esperanza de que el anuncio de un dividendo extraordinario sea un catalizador positivo para la acción podrían verse empañada por preocupaciones regulatorias".