Lo dice la patronal de las pequeñas y medianas empresas Cepyme. Las sociedades de menos de 10 empleados acelerarán el ritmo de creación de empleo en 2019 incluso después de la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 900 euros desde el principio del año. El resto de las empresas notarán, en cambio, la esperada desaceleración en el mercado de trabajo.

Las empresas de entre 1 y 9 empleados están entre las más expuestas a cualquier variación del salario mínimo. Al margen de que a nivel individual esto afecte especialmente a mujeres, jóvenes, extranjeros, empleados menos cualificados o contratados a tiempo parcial y temporales, en términos más agregados, este impacto es mayor en las empresas del sector servicios, en las de menor tamaño, en las no exportadoras y en aquellas donde las relaciones laborales no se regulan por un convenio colectivo. Y este es el caso de las microempresas.

Ahora bien, el hecho de que estas pequeñas empresas vayan a aguantar el tipo en 2019 mejor que el resto, no quiere decir que el incremento del SMI en un 22,3% no vaya a tener ningún efecto sobre el empleo, puesto que este bien podría observarse e un escenario contrafactual como una aún mayor creación de empleo, o en un peor comportamiento en próximos años, una vez que vayan venciendo los contratos actuales. Pero lo que queda claro es que tampoco impedirá un nuevo año de expansión de las empresas más pequeñas.

Si ese efecto existe, se verá contrarrestado por el tirón de las actividades relacionadas con los servicios y la construcción en este segmento de empresas. Además, las empresas más pequeñas, las menos internacionalizadas, son las menos expuestas en el corto plazo al deterioro del crecimiento económico en la zona euro y a la guerra comercial entre EE.UU. y China.

Las empresas echan números

Las estimaciones que se recogen en el último Boletín Trimestral de Empleo en las Pymes, que elabora Cepyme junto a Randstad, prevén que la afiliación crezca un 2,9% en 2019, tras avanzar un 1,4% en 2018. No obstante, el informe espera que también las microempresas sientan la desaceleración en 2020, con un avance de la afiliación del 1,8%.

Qué ocurre con el resto de las empresas, en los tramos correspondientes a las pequeñas (10-49 empleados), medianas (50-249 empleados) y grandes (más de 250), lo que toca en el año en curso es una tasa de crecimiento a la del año 2018, tendencia que tendrá continuidad en 2020.

El informe arroja algunas claves sobre esta divergencia. En concreto, prevé que la moderación del empleo provenga en los próximos años del sector de la industria y de la construcción, con reducciones en la generación del empleo de cerca del 50% en el periodo 2018-2020. Dicho de otro modo, las incorporaciones de personal en 2020 rondarían el 55% de las realizadas en 2018.

Este recorte supondría incorporaciones de personal en 2020 en torno al 55,3% de las realizadas en 2018, un proceso que comparte el sector de los servicios, aunque en menor cuantía.

Precisamente es el sector de los servicios el que explica por qué las microempresas esquivarán la desaceleración en 2019. El crecimiento esperado en este segmento de empresas vendrá determinado por un intenso repunte del empleo en el sector de la construcción, una actividad que generaría aproximadamente 19.500 nuevos empleos, y por los servicios, cuyo ritmo de crecimiento superará en 1,4 puntos porcentuales al registrado en 2018 y que integrará en sus distintas actividades a más de 69.100 afiliados.

Para el próximo año, sin embargo, las perspectivas sobre la afiliación en las empresas más pequeñas se acompasan a la evolución del resto de estructuras empresariales con una reducción en la tasa de crecimiento anual del empleo.