Hace una semana arrancó la venta de los viajes del Imserso de esta temporada. En los primeros días se concentra el grueso de las reservas de los viajes para pensionistas a diferentes destinos españoles durante la temporada baja. Y en este tiempo, mientras que en algunos destinos de costa la comercialización de los viajes del programa de turismo social va viento en popa, en Cataluña las ventas no arrancan.

El inicio de las ventas coincidió con el arranque de los disturbios en Cataluña, singularmente en Barcelona, tras hacerse pública la sentencia contra los líderes del procés. Y eso ha hecho que los pensionistas estén desechando masivamente viajar a destinos tradicionalmente muy populares como Salou o Lloret de Mar.

Las semana pasada arrancó la venta en las agencias de viajes de casi 124.000 plazas del programa de turismo social a los destinos de Cataluña (en las costas de Barcelona, Girona y Tarragona). La mitad de las plazas comercializadas para destinos catalanes siguen sin vender y Cataluña es la única región en que se registra un frenazo, según confirman a El Independiente fuentes conocedoras del ritmo de ventas.

Las grandes redes de agencias de viajes, que son las que concentran la venta de gran parte de los paquetes del Imserso, alertaban la pasada semana de que el parón de ventas era dramático y auguraban un escenario aún peor (incluso temían que el 70% de las plazas se quedase sin cubrir). Las agencias reconocen que en los últimos días las ventas hacia destinos catalanes se han remontado ligeramente gracias, precisamente, a la saturación de otros destinos para las fechas más deseadas.

Ante esta situación, Mundiplán –la alianza de Iberia, Alsa e IAG7 que se adjudicó la gestión de los viajes del Imserso a destinos de costa peninsulares, entre ellos los catalanes- traspasará plazas del programa de Cataluña a otras regiones si la demanda no arranca. Las grandes agencias apuestan por redirigir viajeros de Cataluña a destinos de Andalucía y de la Comunidad Valenciana con mayor demanda.

Desde Mundiplán se apunta que de momento no está prevista “una reprogramación masiva de plazas” de unos destinos a otros, pero subraya que se trata de una “práctica habitual” para ajustar la falta de demanda en unos destinos y el exceso en otros. Un cambio en la distribución de cupos de viajes entre las diferentes que, en cualquier caso, ha de realizarse de manera consensuada con el propio Imserso, dependiente del Ministerio de Sanidad.

Mundiplán admite que las ventas de traslados a destinos catalanes están por debajo de sus previsiones, pero se resiste a hacer públicas cifras sobre el ritmo de comercialización hasta ahora y se limita a reconocer que hay “impacto” en las reservas por la tensión política.

“Hay demanda para los viajes a Cataluña. No es la demanda esperada, pero la situación no es catastrófica”, explican fuentes de la unión de empresas. “Si hay plazas que no se venden y detectamos que no hay demanda, se reprograman las operaciones. Pero ahora mismo no está planteado un cambio masivo de plazas entre destinos”, apuntan.  

Cancelación de reservas

Los hoteles catalanes, singularmente los de Barcelona, ya han empezado a sufrir una oleada de cancelaciones de reservas en plena sucesión de disturbios, según han advertido en los últimos días la patronal hotelera nacional Cehat y el propio Gremio de Hoteles de Barcelona.

Desde Exceltur, el lobby que agrupa a una treintena de las mayores compañías turísticas del país, se advierte del enorme golpe para el sector que tendría para la demanda de viajeros extranjeros una persistencia de las imágenes de disturbios en Barcelona y otros puntos de Cataluña.

La asociación empresarial aún no dispone de una estimación de cuál sería el impacto para el sector, y a la postre dependerá de si las algaradas son un problema coyuntural o si se alargan en el tiempo. La preocupación en esta ocasión es mayor que en años anteriores porque las manifestaciones hasta el momento se han concentrado en infraestructuras clave para el turismo catalán como el aeropuerto de Barcelona y las líneas de AVE.

Exceltur, en cualquier caso, advierte de que el impacto puede acabar siendo similar, o peor, que el sufrido en los meses posteriores al 1-O. En ese momento, el frenazo ligado a la inestabilidad política en Cataluña restó tres décimas de PIB al sector turístico, lo que supuso una merma de 319 millones de euros de actividad turística.