Las consecuencias económicas del proceso soberanista hace tiempo que se notan en Cataluña; en especial, desde octubre de 2017, cuando, tras el 1-O, fueron cientos las empresas que se fueron de esta comunidad autónoma. Sólo en el tercer trimestre de 2019 salieron 228, según las estadísticas del Colegio de Registradores. El presidente de Seat, Luca de Meo, lamentaba en público esta semana los cortes de carreteras de los activistas independentistas y lanzaba un aviso a navegantes: “tenemos otras fábricas en Europa”.

La reacción de los sindicatos de su planta en Martorell ha sido la de apoyar a la Dirección del grupo en este asunto. El presidente del Comité de Empresa de Seat y dirigente de UGT, Matías Carnero, reconoce -en conversación telefónica- que existe “inquietud” entre los trabajadores con respecto a las posibles consecuencias que podría tener en la actividad de la empresa un recrudecimiento de las movilizaciones. “No hablamos de cerrar una fábrica porque eso sería inviable, pero sí de otras medidas, dado que Seat tiene otras plantas y eso preocupa”, ha apuntado.

El representante sindical recuerda que el negocio de Seat en Martorell da empleo, directo o indirecto –con proveedores de segundo y tercer nivel- a entre 150.000 y 160.000 personas; y rechaza cualquier movilización que ponga en riesgo el empleo, como pueden ser los cortes de carreteras.

Según revela, los representantes de los trabajadores mantuvieron un encuentro el pasado septiembre con el vicepresidente de la Generalitat Pere Aragonès y le trasladaron su preocupación por los efectos que el “conflicto político” entre Madrid y Barcelona podría ocasionar en Seat y en las industrias auxiliares.

En este sentido, afirma que desde el departamento dirigido por Aragonès han establecido contactos con representantes del Grupo Volkswagen para tratar de organizar una reunión en Alemania. A este respecto, Luca de Meo aseguró el otro día que este encuentro no tendría sentido.

La planta de Seat en Martorell genera alrededor del 4% del PIB en Cataluña y el 12% de sus exportaciones

“Les van a decir que "me llamen a mí y para eso tienen mi número de móvil", explicó, en declaraciones recogidas por El Periódico de Catalunya. Y añadió: "Algunos creen que mi trabajo consiste en ir a Alemania a mendigar dinero".

Carnero apela a que las dos partes resuelvan este conflicto y garanticen que la actividad de Seat y de sus trabajadores se desarrolle con normalidad. “La falta de seguridad jurídica puede afectar a este grupo, pero también provocar la huida de capitales o una reducción de la inversión en Cataluña”, ha expresado.

Hay que recordar que la planta de Seat no ha secundado ninguno de los “paros-país” que se han convocado dentro del contexto del proceso independentista. Ahora bien, su actividad paró el pasado 18 de octubre después de que en la empresa se recibiera información de que las ‘Marchas por la libertad’ iban a pasar por Martorell.

“Desconvocamos turnos de trabajo porque había información de la Policía, de los Mossos d’Esquadra y de la propia Generalitat que así lo aconsejaba y que sugería que podía producirse una situación de colapso a la salida de los trabajadores y desabastecimiento de materiales”, reconoce Carnero.

Aportación importante a la economía

La planta de Seat en Martorell –que parará durante los próximos días por el incendio en las instalaciones de uno de sus proveedores- genera alrededor del 4% del PIB en Cataluña y el 12% de sus exportaciones, lo que da una idea del efecto que tendría sobre la economía de esta comunidad autónoma cualquier decisión que reduzca la actividad en sus plantas.

Esta empresa vendió el año pasado más de 500.000 vehículos (+10%) y logró un beneficio récord que fue de 294 millones de euros (+4,6%).

Hace unos días, la patronal catalana, Foment del Treball, reconocía a De Meo con la Medalla de Honor al Mejor Empresario del Año, “por su trayectoria profesional y su liderazgo al frente de la compañía que preside”.

Durante el acto de entrega del premio, en presencia de Aragonès y de la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, aprovechó para volver a advertir sobre los efectos del desafío independentista sobre la economía catalana y para animar a la Generalitat y al Ejecutivo a “gobernar sin más dilación y afrontar todos los problemas que tenemos encima la mesa con valentía”.

“La política no puede convertirse en un problema que frene las posibilidades reales de crecimiento de la economía y el bienestar, como está sucediendo desde ya hace demasiado tiempo”, lamentó.