Las incertidumbres ya no son un problema para la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Al menos eso es lo que se desprende del comunicado emitido este miércoles por el banco central estadounidense, en el que, por primera vez desde el pasado mes de mayo, la institución que preside Jerome Powell ha eliminado este término.

Las menores tensiones en la guerra comercial entre Estados Unidos y China -con la expectativa de algún tipo de acuerdo próximamente- y la confianza en que no se producirá un Brexit sin acuerdo entre Reino Unido y la Unión Europea justifican la mayor confianza del banco central.

"La información recibida desde que el Comité Federal de Mercado Abierto se reunió en octubre indica que el mercado laboral sigue siendo fuerte y que la actividad económica ha aumentado a un ritmo moderado", indica el comunicado de la Fed, que augura que la economía estadounidense crecerá un 2,2% en 2019 y un 2% en 2020, lo mismo que ya proyectaba el pasado septiembre.

La institución retira de su comunicado la referencia a las incertidumbres por primera vez desde el pasado mayo

La dilución de las incertidumbres en el escenario global permite al banco central estadounidense mantener los tipos de interés en el rango actual entre 1,5 y 1,75% y pronosticar que estos no se moverán a lo largo de 2020, después de haber aprobado tres recortes a lo largo del presente ejercicio.

"El Comité juzga que la postura actual de la política monetaria es apropiada para apoyar la expansión sostenida de la actividad económica, las fuertes condiciones del mercado laboral y la inflación cerca del objetivo simétrico del 2% del Comité", observa el comunicado.

De hecho, las proyecciones de los miembros de la Fed muestran que la gran mayoría prevé que el próximo movimiento sea al alza, ya a partir de 2021.

De este modo, podría hacerse efectivo lo que Powell ya calificó como un "ajuste de mitad de ciclo", si Estados Unidos logra mantener la tracción de su economía y la el banco central puede reanudar las subidas de los tipos de interés sin concluir el actual ciclo expansivo.

No obstante, el banco central mantiene su advertencia sobre algunas señales de debilidad en el escenario económico -principalmente la debilidad de las inversiones empresariales-, por lo que mantiene su compromiso de seguir monitorizando la evolución de los datos y las perspectivas económicas nacionales y globales, así como las presiones inflacionarias, para determinar sus próximos pasos.