Iberdrola vuelve a tomar la delantera a Santander. El grupo eléctrico que preside Ignacio Sánchez-Galán ha superado este miércoles el valor de mercado del mayor banco español y se ha convertido, de este modo, en la segunda mayor cotizada de la bolsa española, sólo por detrás de Inditex.

Las acciones de Iberdrola cerraron este miércoles con una ganancia del 0,32%, hasta los 9,45 euros, alcanzando una capitalización de 60.159,7 millones de euros, por encima de los 59.443 millones que capitaliza Santander, tras restar un 1,13%.

El sorpasso de Iberdrola a Santander es el resultado de los dispares rumbos seguidos por ambos grupos en los últimos años en bolsa. Mientras que la entidad presidida por Ana Botín acumula caídas superiores al 35% en los dos últimos años, la compañía eléctrica ha visto revalorizarse sus títulos más de un 57% en el mismo periodo. La diferencia de valor entre ambos grupos, al cierre de 2017, rondaba los 50.000 millones de euros a favor del banco.

La diferencia de valor entre ambas compañías rozaba los 50.000 millones a finales de 2017

Esta no es la primera vez que Iberdrola supera la valoración de Santander. La compañía eléctrica ya llegó a rebasar a la entidad financiera el pasado agosto, pero la recuperación emprendida desde entonces por el sector financiero permitió a Santander recuperar rápidamente la segunda posición del ránking por capitalización de la bolsa española.

Sin embargo, en el inicio de 2019, Iberdrola vuelve a mostrarse como una de las compañías españolas que más confianza genera entre los inversores. Las acciones de la eléctrica suman ya cerca de un 5% desde el inicio de 2020, que se agrega al repunte del 36,8% registrado el año anterior.

El sector eléctrico se ha visto beneficiado en bolsa en los últimos años por la estabilidad de su negocio y sus atractivos dividendos, que han sido empleados como reemplazos de la renta fija ante las bajas rentabilidades de éstas.

En los últimos tiempos, sin embargo, las incertidumbres regulatorias han generado algunas dudas en el sector, pero entre los expertos y los inversores parece haber triunfado la idea de que la diversificación geográfica y de negocios de Iberdrola le convierte en la firma del sector mejor preparada para capear estas tensiones.

Mientras tanto, Santander, como el conjunto de los bancos, ha iniciado también 2020 con malas sensaciones. La persistencia del escenario de tipos negativos, que cercena sus márgenes, la fuerte presión competitiva en el mercado nacional y las incertidumbres judiciales son algunas de las cuestiones que nublan actualmente las perspectivas del sector y que han llevado a la entidad a restar un 4,1% desde el inicio del año.