No va a ser fácil para la banca española pasar página. Las mismas dudas que han atosigado al sector durante los últimos ejercicios se mantienen en su horizonte sin perder un ápice de intensidad.

Así se lo recuerdan casi cada días los inversores, que siguen sin dar un respiro a un sector que ya ha visto esfumarse casi 85.000 millones de euros de capitalización en los últimos dos años.

En este inicio de 2020 el sector vuelve a hacerse un sitio destacado entre los peores valores del mercado nacional: si Bankia pierde casi un 9,4%, Liberbank supera el 8,6%, mientras que las caídas de Unicaja y Sabadell superan el 7%. Los recortes de Bankinter alcanzan el 5,66% y tampoco escapan a la quema las grandes entidades españolas: BBVA resta un 4,72%, al tiempo que CaixaBank y Santander sufren pérdidas en torno al 3%. Todas ellas superan los recortes medios de la banca europea, que rondan el 2%.

Este jueves, Bankinter da el pistoletazo de salida a la ronda de los resultados de la banca española en 2019, unas cuentas que difícilmente dejarán un buen sabor de boca. Los analistas esperan que las entidades españolas del Ibex sumen un beneficio en torno a los 13.700 millones de euros, lo que representa un recorte de más de 3.000 millones frente a las ganancias de 16.787 millones registrados el año anterior, un 18% menos.

Los bancos españoles han fulminado casi 85.000 millones de valor en bolsa en sólo dos años

Sin duda, el año pasado estuvo marcado por una serie de impactos extraordinarios que han mancillado las cuentas de los principales bancos españoles. Así, CaixaBank y Santander han sufrido en sus cuentas el coste de los ajustes de personal ejecutados durante 2019. El banco que preside Ana Botín también se anotó un golpe de 1.500 millones por el deterioro de su negocio en Reino Unido, mientras que BBVA hizo lo propio en Estados Unidos, por un monto de 1.350 millones.

Así, con todo, es el complejo escenario de tipos de interés en la Eurozona el que se presenta como el mayor lastre para la confianza del mercado en las entidades españolas. La persistencia de los tipos negativos, que no se espera que se retiren en un horizonte próximo, supone un lastre decisivo a la rentabilidad del sector y le obliga a una encarnizada lucha por ganar cuota de mercado, lo que, en muchos casos se ha traducido en una guerra de precios que dificulta aún más su capacidad para generar beneficios.

Además, las entidades españoles siguen asediadas por una serie de incertidumbres judiciales, entre las que resalta la relativa a las hipotecas ligadas al IRPH. Aunque el pasado septiembre el abogado del Tribunal de Justicia de la Unión Europea emitió una opinión que fue acogida con optimismo por el sector, parece difícil que se disipen los recelos del mercado en torno a un asunto que puede generar un roto de varios miles de millones al sector hasta que el TJUE emita su sentencia definitiva, que podría llegar en cualquier momento.

Asimismo, la situación política en España, con la formación de un gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos que contempla en su acuerdo un incremento de los impuestos, aporta un elemento adicional de incertidumbre que dificulta la apuesta de los inversores por su recuperación.

Con todo, y aunque los expertos parecen coincidir en que la actual ronda de resultados del cuarto trimestre no ofrecerá muchas notas para el optimismo, algunas firmas empiezan a plantear la posibilidad de una progresiva recuperación del sector, que estaría apoyada, principalmente en sus ya castigadas valoraciones en bolsa, que parecen descontar ya gran parte de los problemas a los que tiene que hacer frente la banca española.

Recientemente, Barclays publicaba un informe que ofrecía algo de aliento a la banca española, al estimar que los beneficios por acción tocarán fondo en el presente ejercicio y remontarán a partir del próximo. Augura que ese ejercicio, los cinco bancos del Ibex alcanzarán un beneficio conjunto superior a los 15.500 millones.

Un incremento de los ingresos por comisiones podría permitir a la banca aliviar el deterioro de sus cuentas

Los analistas del banco británico creen que la banca española podrá beneficiarse en los próximos trimestres de un alivio de los impactos regulatorios a los que ha tenido que enfrentarse en los pasados ejercicios. Asimismo se mostraba confiado en la capacidad de las entidades españolas para mejorar sus ingresos a través de las comisiones.

También Nuria Álvarez, analista de Renta 4, menciona las comisiones como uno de los puntos que más alegrías puede deparar a la banca española en 2020. De hecho, varias entidades han anunciado en los últimos meses un incremento de las comisiones que cobran a sus clientes por distintos servicios.

La importancia de las comisiones en el negocio de la banca se ha elevado de forma significativa en los últimos años, conforme las entidades han tratado de generar por esta vía los ingresos evaporados por el escenario de tipos negativos.

Una mejora de las cifras de negocios apoyada en esas comisiones, o una sentencia favorable en el caso del IRPH aparecen como las principales palancas en las que podrían apoyarse los bancos españoles para definitivamente pasar página a un periodo convulso, que ha dañado por igual sus cuentas de resultados y sus cotizaciones.