La dimisión de Jordi Sevilla como presidente de Red Eléctrica Corporación ya se ha formalizado. El consejo de administración del grupo energético ha aceptado este martes la renuncia de Sevilla y el ya ex presidente se ha despedido con una carta entregada a cada uno del resto de consejeros en la que, sin dar nombres concretos, confirma que tras su marcha está las discrepancias con el Gobierno y, en concreto, con la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

“Las razones [de la dimisión] tienen que ver con restricciones externas sobrevenidas y discrepancias en el ámbito regulatorio que podrían afectar a la buena marcha de la compañía, a sus planes de futuro y a mi gestión como presidente”, sostiene Sevilla en la carta, en la que subraya el "desgaste" personal que para él ha supuesto la "defensa de los intereses" de la compañía y de sus accionistas por los choques.

El detonante de la dimisión de Sevilla serían las «continuas injerencias» de la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, en la gestión del grupo energético -en el que el Gobierno controla un 20% del capital a través de la Sepi-, según fuentes conocedoras de la situación. Desde Red Eléctrica la única explicación oficial es que la dimisión se produce por «razones personales».

El ex ministro ya había planteado su salida el pasado noviembre, pero entonces el propio presidente Pedro Sánchez logró convencerle para que se mantuviera en el cargo. Y también ahora se habían producido movimientos en las últimas horas, en este caso por parte de consejeros independientes de la compañía, para frenar la renuncia de Sevilla. No ha habido marcha atrás.

“Elijo este momento para tomar esta decisión porque creo que hemos culminado con éxito una etapa relevante”, sostiene Jordi Sevilla, subrayando los trabajos para adaptarse a la hoja de ruta de transición energética del Gobierno y a los choques por los recortes a su retribución por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC).

“Ante este recorrido y con esta situación, y dado el desgaste que para mí ha representado la defensa de los intereses de la compañía en los últimos meses, considero que ha llegado el momento de dar el relevo a una presidencia que impulse la nueva etapa que se abre para Red Eléctrica”, apunta el ya ex directivo.

Respaldo del consejo hasta el final

La compañía ha arropado al ex ministro hasta el último momento. Desde la propia empresa recuerdan que a lo largo del año y medio de su presidencia, ha contado con un amplio respaldo en el consejo de administración, en decisiones de gran relevancia como la compra de Hispasat, la configuración de un nuevo plan estratégico o la inversión en la compañía brasileña Argo Energía.

Desde el entorno de Sevilla se considera que Ribera ha intentado gestionar Red Eléctrica como si se tratara de una «dirección general más de su ministerio», sin tener en consideración que el 80% de su capital es privado y que, por ello, debe defender también los intereses de estos accionistas. Es más, fuentes próximas al Consejo denuncian que casi cada uno de los pasos ejecutados a lo largo de su año y medio al frente de la compañía ha contado con la oposición del ministerio de Ribera.

Por el contrario, desde el Ministerio para la Transición Ecológica zanjan la polémica apuntando su respeto «por las decisiones personales de los directivos» de Red Eléctrica y afirman que siempre han mantenido «un respeto escrupuloso por la autonomía de la compañía». Otras fuentes conocedoras sugieren que la relación entre Jordi Sevilla y Teresa Ribera ha llegado a unos niveles de tirantez que han acabado por forzar la renuncia del ex ministro.

El Gobierno defiende a Ribera

Este mismo martes, tras el Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno María Jesús Montero ha lamentado que Sevilla haya decidido abandonar la compañía. Y ha negado rotundamente que la salida se deba a supuestas «injerencias o desavenencias políticas».

Así lo ha asegurado Montero en la rueda de prensa posterior a la celebración del consejo de ministros de este martes, en la que ha defendido la «normalidad» de este proceso y se ha remitido al consejo de administración de la eléctrica como responsable del nombramiento de un nuevo presidente.

«No han existido ningún tipo de desavenencia en el sentido de injerencias políticas; la ministra Ribera se caracteriza por dar absoluta autonomía a las empresas participadas», ha defendido Montero, haciendo referencia a las circulares que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha aprobado en el último año para establecer un nuevo marco regulatorio en el sector.