El avión averiado de Air Canada con 130 pasajeros a bordo ha logrado aterrizar sin incidentes en el Aeropuerto de Madrid-Barajas. El aparato llevaba más de cuatro horas sobrevolando el cielo de la capital, con un fallos graves en un motor y en el tren de aterrizaje.

El avión había alarmado este lunes a muchos madrileños al sobrevolar la capital a sólo unos 850 metros de altura a primera hora de la tarde. El incidente se producía además menos de una hora después de que se reabriera el espacio aéreo del aeropuerto de Madrid, tras ser suspendidas todas las operaciones por la presencia de drones.

El Boeing 767 había despegado a las 14:57 horas. Tras detectar un fallo en el motor, el piloto decidió suspender el viaje a Toronto. A partir de ese momento, el avión ha estado sobrevolando en círculos en un radio de pocos kilómetros para quemar combustible y realizar un aterrizaje de emergencia.

Según el sindicato de pilotos Sepla, el problema se ha producido al estallar parte del tren de aterrizaje durante el despegue. Partes del tren han entrado en el motor, provocando fallos en este y llamaradas visibles desde tierra. 

«Justo tras el despegue hubo una gran explosión bajo mi asiento y vi humo y llamas en el motor izquierdo», compartió en redes un pasajero, junto a una imagen en la que se pueden apreciar las llamas en el motor izquierdo del aparato.

Durante casi dos horas, el aparato de Air Canada ha estado acompañado en el aire de un F-18 de la Fuerza Aérea española. El avión militar despegó de la base de Torrejón de Ardoz para acercarse al aeronave averiado, según ha confirmado el Ministerio de Defensa a El Independiente. El objetivo del caza era era establecer contacto visual con el aparato averiado y poder evaluar in situ la gravedad de los fallos.

El Ministerio de Defensa recibió una petición en el marco de la coordinación permanente que se está produciendo entre el equipo de control de espacio aéreo civil y militar y el mando de Defensa y Operaciones Aéreas. Se trata de un dispositivo normal en este tipo de incidentes para poder comprobar el estado del avión de manera directa e incluso facilitar más información a los propios pilotos del avión afectado.

Un gabinete de crisis ha coordinado las tareas para preparar el aterrizaje de emergencia. Dentro del avión, el pasaje ha mantenido en todo momento la calma.

De hecho, varios pasajeros han compartido imágenes desde dentro del propio aparato para relatar la tranquilidad que se vivía a bordo de la nave. «Aquí todo está tranquilo», escribían usando las redes móviles disponibles en el avión, antes del final feliz, también celebrado a bordo: «Conseguido».

«Un aterrizaje brusco bastante aterrador, pero lo conseguimos. Gracias por los mensajes y buenos deseos», escribía otro de los pasajeros, canadiense, que incluso ha grabado el momento del aterrizaje.