El fabricante japonés de automóviles Nissan, como parte de su nuevo plan estratégico a medio plazo, ha confirmado esta misma mañana al Gobierno su decisión de cerrar su planta de producción de Barcelona, lo que supondrá el recorte de los cerca de 3.000 puestos de trabajo directos con los que cuenta la instalación y que afectará a cerca de 30.000 empleos indirectos.
Así lo confirma el Ministerio de Industria, que insiste que la continuidad de la fábrica barcelonesa no tiene sentido para la propia Nissan, "al ser más rentable invertir que asumir el coste del cierre, que podría superar los 1.000 millones de euros". Según ha venido subrayando el Ejecutivo en los últimos días, las inversiones necesarias para fabricar nuevos modelos en la planta rondarían los 300 millones.
"La planta de Barcelona tiene carácter estratégico, ya que abandonar la Ciudad Condal y España es abandonar la Unión Europea, con el consiguiente coste reputacional en un mercado de más de 500 millones de habitantes", indican fuentes del Ministerio de Industria.
"Hemos considerado varias medidas para la planta de Barcelona y, aunque es una decisión difícil, tenemos la intención de cerrar la planta y empezaremos las negociaciones y preparaciones", ha explicado el consejero delegado de la multinacional japonesa, Makoto Uchida, este jueves en la rueda de prensa para presentar los resultados financieros del ejercicio fiscal 2019-2020 (en el que ha entrado en números rojos, con unas pérdidas de 5.670 millones de euros) y su plan de transformación para 2020-2023.
El Ministerio de Industria señala que una vez conocida la decisión, que le fue comunicada oficialmente esta mañana, se inicia un periodo de negociaciones en el que se establecerán los plazos y las condiciones del proceso. El Gobierno convocará en los próximos días a la Generalitat catalana, al Ayuntamiento de Barcelona, al Consorcio Zona Franca y a las centrales sindicales para analizar conjuntamente la situación y estudiar diferentes escenarios de futuro.
La compañía ha citado a los sindicatos de la planta esta mañana para anunciarles su decisión, mientras que a las 10.00 horas el consejero delegado de Nissan, Makoto Uchida, presentará en rueda de prensa los resultados financieros y el plan a medio plazo de la compañía.
La multinacional trasladará su producción a fábricas de Renault. La planta catalana genera cerca de 25.000 empleos directos e indirectos
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha convocado este jueves a las 16:30 horas a los representantes del comité de empresa de Nissan en Barcelona a una reunión por videoconferencia en la que también participarán el vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Pere Aragonés, y los consellers de Trabajo y Empresa, Chakir el Homrani y Angels Chacón, respectivamente.
En los últimos días, varios medios japoneses ya venían asegurando que la multinacional tiene intención de cerrar su planta catalana y que trasladará su producción a fábricas de Renault. Los trabajadores de Barcelona mantienen desde hace 24 días una huelga indefinida y continúan con las movilizaciones, ahora ya en la calle, tras semanas de no poder hacerlas por las restricciones impuestas por el estado de alarma debido a la COVID-19.
El plan mundial que condena a Barcelona
El cierre de la planta de Barcelona estaba cantado tras conocerse el nuevo plan estratégico de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, con el que las tres firmas se repartirán los diferentes mercados mundiales y los tipos de modelos y tecnologías. Renault asumirá el control del mercado europeo, lo que dejaba en una situación imposible a la planta barcelonesa de Nissan.
El programa busca compartir plataformas de producción y de posventa con un esquema de líder-seguidor en cuanto a modelos para mejorar la eficacia y la competitividad de productos y tecnología, principios que primarán por encima de los volúmenes de producción. Este marco permitirá un ahorro de hasta el 40 % en inversiones (unos 2.000 millones) en modelos amparados en este esquema de convergencia, e implicará que las tres firmas tendrán un libre acceso a la tecnología que se desarrolle individualmente.
Renault, que mantiene el 43,3 % del capital de Nissan, será esa referencia para Europa, Rusia, Sudamérica y África del Norte; Nissan lo será en China, Norteamérica y Japón, y Mitsubishi (controlada por Nissan) se encargará del Sudeste asiático y Oceanía. Al margen de un ejemplo que se puso, el de Brasil, donde dos plataformas de Renault y dos de Nissan se combinarán en una sola, no se ofrecieron detalles concretos sobre cómo será esa convergencia en otros lugares.
Los tres centros de Nissan en Barcelona -Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca- dan trabajo a unas 3.000 personas, pero son cerca de 30.000 los empleos directos e indirectos que dependen de la planta. La fábrica de Zona Franca -la más importante- ha ido perdiendo carga de trabajo de manera paulatina en el último año, lo que llevó ya a finales de 2019 a plantear un ERE con 600 prejubilaciones, mientras que la planta trabajaba por debajo del 30 % de su capacidad.
La pandemia de COVID-19 no ha hecho más que empeorar la situación y en estos momentos la fábrica está parada, con una huelga indefinida que afecta a parte de la plantilla, mientras que el resto continúa afectada por un ERTE.
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