La licencia de explotación de la central nuclear de Almaraz, en Cáceres, expiraba formalmente el pasado domingo. El Ministerio para la Transición Ecológica, comandado por Teresa Ribera, tenía que pronunciarse antes de esa fecha sobre la petición de la renovación del permiso solicitada por sus propietarios (las eléctricas Iberdrola, Endesa y Naturgy). Pero el estado de alarma y la suspensión de los plazos de los procesos administrativos lo han desbaratado todo.

El Gobierno da por no caducada la licencia de Almaraz y se concede más tiempo para decidir sobre la ampliación de la central nuclear, que prolongaría su vida hasta 2027 en el caso del reactor I y hasta 2028 el reactor II, según adelantó El Periódico de Extremadura. El Ministerio se lo comunicó formalmente la pasada semana a los dueños de la planta, pero no ha hecho pública su decisión.

Todo el tiempo que han estado paralizado los plazos de los procesos administrativos por el estado de alarma –del 14 de marzo hasta el 1 de junio- no se contabilizan, la licencia se prolonga hasta el 25 de agosto y el Ministerio amplía el plazo para pronunciarse sobre la renovación hasta el 25 de agosto sin que se considere caducada la actual licencia, que tiene una vigencia de 10 años y entró en vigor el 8 de junio de 2010.

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