El año pasado el Gobierno de Pedro Sánchez, entonces monocolor, pactó con las compañías eléctricas un calendario de cierre de todas las centrales nucleares. Las clausuras de las plantas se irán produciendo entre 2027 y 2035 para ajustarlas a las necesidades del sector eléctrico para prepararse poco a poco a un sistema energético cada vez más dominado por las renovables.

Unidas Podemos ha venido reclamando el cierre de las centrales nucleares cuando fueran expirando sus licencias de explotación. Una exigencia que conllevaba que España se quedaría sin centrales nucleares en 2024.

La formación morada -ahora en el Gobierno, ahora parte de la coalición gubernamental- ha decidido seguir cargando contra la ampliación de la vida de las nucleares y en la práctica se moviliza contra el calendario de cierre pactado por el anterior Gobierno socialista y las eléctricas.

La central de Almaraz, en Cáceres, es la primera nuclear cuya licencia de explotación toca renovar para ajustarse al calendario de apagón acordado por el Gobierno y las compañías. Iberdrola y Endesa iniciaron ya el año pasado el proceso para ampliar su vida y ahora el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) acaba de dar su visto bueno a la ampliación del permiso del reactor I hasta 2027 y del reactor II hasta 2028.

El del CSN es un visto meramente técnico, y la autorización final la ha de conceder el Ministerio para la Transición Ecológica, comandado por la también vicepresidenta Teresa Ribera, que fue la que personalmente acordó el calendario de cierre de todas las centrales con las compañías eléctricas.

Unidas Podemos ha mostrado este viernes públicamente su “absoluto rechazo” a la prórroga de la licencia de Almaraz por considerar que es una central “caduca y obsoleta” y ha reclamado al Ministerio para la Transición Ecológica que “no se deje llevar por las presiones de las eléctricas”.

Juantxo López Uralde, diputado de Unidas Podemos y también presidente de la propia Comisión de Transición Ecológica del Congreso de los Diputados, ha reclamado mediante un comunicado el cierre de las nucleares antes de prorrogar sus licencias de explotación, en línea con la tradicional reclamación del partido de adelantar el apagón nuclear a 2024.

“Está demostrado que la energía nuclear es una energía del pasado, no es una energía del futuro ni limpia porque genera importantes residuos radiactivos”, ha subrayado Uralde, que se remite a estudios de Greenpeace o de la Fundación Renovables para defender que la “transición energética puede realizarse prescindiendo de la energía nuclear, sin que ello suponga un aumento de las emisiones”

El Gobierno y las grandes eléctricas sellaron el año pasado un acuerdo para fijar un calendario de cierre de todas las centrales nucleares españolas. Un calendario que de facto suponía ampliar la vida de las plantas por encima de los 40 años de funcionamiento que comúnmente se manejaba como previsión. De media, todos los reactores nucleares del país estarán activos entre 46 y 47 años tras el pacto del Ejecutivo y las compañías.

En el protocolo se establece un calendario de cierres de las centrales que contempla finalmente que Almaraz I cerraría en 2027, Almaraz II en 2028, Ascó I en 2030, Cofrentes en 2030, Ascó II en 2032, Vandellós II en 2035 y Trillo también en 2035.

Por su parte,la portavoz del Grupo Parlamentario Unidas Por Extremadura, Irene de Miguel, has subrayado que “esta decisión del Consejo de Seguridad Nuclear cercena la posibilidad de que Extremadura lidere el proceso de la transición energética en nuestro país. En este sentido, De Miguel ha pedido a la ministra Ribera que “apueste realmente por otro modelo energético basado en las renovables”, en que “el poder de la producción y el abastecimiento de la energía esté en manos de las familias, las pequeñas empresas y los autónomos, y no en el oligopolio eléctrico”.

La líder de Podemos en Extramadura ha apuntado que “el PSOE en su programa electoral abogaba por cerrar las centrales nucleares cuando hayan cumplido 40 años de vida útil, y le pedimos que cumplan con su programa electoral”. Sin embargo, en el último programa electoral socialista para los comicios de 2019 no se incluía esta propuesta, y el Gobierno socialista ya había pactado el calendario de cierre de todas las centrales previamente.