Después de la tormenta llega la calma y, en el caso de las Bolsas, la euforia. Los principales parqués europeos llevan tres semanas experimentando fuertes subidas impulsadas por los planes de salvación de la Unión Europea y el Banco Central Europeo (BCE), así como por la progresiva vuelta a la normalidad de los países más afectados. Todo a pesar del negro horizonte que cada vez está más cerca, en el que España batirá récords de deuda pública, caída del Producto Interior Bruto (PIB) y desempleo.

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