Más de un millón de personas han realizado un curso de formación estando en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Es el resultado de una resolución de abril de 2020 en la que se abría la puerta a estos cursos a las personas que tenían una reducción de su jornada o la suspensión total de ésta. Se trata de cursos que pueden estar organizados por las propias empresas o que se convocan de forma pública, pero en ambos casos están subvencionados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Aunque el objetivo de esta formación es que los profesionales puedan volver al mercado de trabajo, lo cierto es que la mayoría no han realizado cursos fuera de su sector. De hecho, según un informe del Ministerio de Trabajo y Economía Social, que adelantó La Información y al que ha tenido acceso este periódico, el 85% de los participantes ha realizado formación organizada por su propia empresa.

De las 939.249 personas que tiene contabilizadas el SEPE que han aprovechado el ERTE para formarse, 797.226 lo han hecho en cursos ofrecidos por la compañía donde trabajan. El resto, 142.023 han participado en formación con convocatorias públicas.

Alejandro es ingeniero técnico aeronáutico, es decir, trabaja en un sector, el del transporte aéreo, al que ha golpeado con fuerza la crisis del coronavirus. Fue incluido en un ERTE con reducción de jornada en abril y aunque pudo volver al trabajo en verano, su jornada volvió a reducirse después de septiembre. Fue entonces cuando aprovechó para realizar un curso de familiarización con un tipo de avión facilitado por la empresa. “Es un curso que me apetecía hacer y que me puede servir si empiezo a trabajar en otra compañía”, explica en declaraciones a este periódico.

Complicado cambiar de sector

María Jesús Pérez siempre ha trabajado en el sector de la formación y de hecho, solicitó plaza en un curso del SEPE antes de que el coronavirus estuviera extendido por España. “Fue coincidencia, el curso era una certificación profesional que quería tener y me apunté en febrero y en marzo entré en un ERTE al 100%”.

Actualmente, sigue trabajando en la misma empresa y comenta que le “hubiera gustado cambiar de sector, quizá hacia al comercio, pero sin experiencia profesional es muy complicado”. Por ello, eligió un curso dentro de la misma rama de actividad que le permita “mejorar en la misma empresa o tener un plan B”.

Sin experiencia profesional es muy complicado cambiar de sector"

También escogió un curso de su sector Jéssica de Jesús, dependienta en una tienda de calzado situada en un centro comercial, actualmente cerrada por las restricciones derivadas del coronavirus. Sin embargo, Jéssica comenta que el curso le ha servido para “ver más allá”. En concreto cursó una formación en comercio y escaparatismo y reivindica que “las farmacias, que ahora no van a cerrar, también necesitan un escaparate con buena iluminación y con un buen diseño”.

En su caso es la primera vez que realizaba un curso online. Además, lo cursó durante el confinamiento por lo que sus dos hijos estaban en casa con ella. “Conseguí buscarme un espacio para mí y aprendí un montón”, reconoce.

Según los datos del Ministerio de Trabajo, 21.603 trabajadores del sector comercio realizaron cursos de formación en 2020. Se trata del segundo sector con más participantes, por detrás de la Hostelería, con 21.976. Estas dos ramas de actividad junto con las agencias de viaje suman cerca de 50.000 personas que han aprovechado el ERTE para formarse.

Desde la empresa de formación Adams, confirman que durante el confinamiento se observó “un incremento de solicitudes de cursos gratuitos de personas que querían aprovechar para formarse, adquirir nuevas competencias o actualizar las que ya tenían”. Además, añaden que “se incrementó especialmente en aquellos sectores que han sido especialmente castigados por la pandemia y las restricciones, como Comercio u Hostelería. Por ejemplo, en el sector Hostelería hemos iniciado más de 170 cursos en los que han participado ya cerca de 5.000 personas”.

Otros sectores

Aunque los sectores más afectados por la pandemia son también los que más uso han hecho de los cursos, lo cierto es que han participado trabajadores de todo tipo de empresas: banca, prensa, o sanidad privada también se encuentran entre las ramas de actividad con más de mil participantes en la formación del SEPE.

Héctor Javier trabaja en una compañía de servicios financieros especializada en renting de equipos tecnológicos. Al entrar en un ERTE en abril buscó formación en otros ámbitos relacionados con su trabajo y se apuntó a varios cursos: big data, marketing digital y facturación electrónica. “Buscaba que los cursos complementaran mi formación y experiencia”, explica. A día de hoy, se ha reincorporado a su puesto.

Pymes

La Comunidad de Madrid, Cataluña y Andalucía son las comunidades donde más personas han participado en esta formación, la razón es el mayor número de trabajadores en ERTE en estas regiones. Por tamaño de empresas, es destacable que la mayoría de empleados pertenecen a pequeñas y medianas empresas aunque desde el SEPE matizan que “es importante destacar que de esta formación se han beneficiado las personas en ERTE con independencia del tamaño de su empresa, porque la formación ha sido generalizada”, añaden desde el SEPE.

Si bien la formación está diseñada para que los trabajadores tengan más oportunidades en el mercado laboral, lo cierto es que la mayoría ha optado por cursos que han organizado sus empresas, es decir, que forman parte de la rama de actividad en la que trabajaban antes de la llegada de la pandemia.