Ni tres Champions seguidas del Real Madrid ni el sextete del Barcelona de Guardiola ni la Liga conquistada por el Atlético en el Camp Nou. Pocos hitos en la historia del fútbol han tenido tanta repercusión como la de la creación de la Superliga.

Además del aspecto deportivo, el impacto económico que supondrá (para bien y para mal) ha sido una de las bazas más importantes con las que han jugado defensores y detractores de la competición, que estará formada por tres clubes españoles, tres italianos, seis ingleses y otros cinco que aún se desconocen. 

Así, Florentino Pérez recalcó en la noche del lunes en una entrevista a El Chiringuito, dirigido por Josep Pedrerol, que la Superliga se creaba para “salvar al fútbol europeo”. El presidente del nuevo torneo y del Real Madrid aseguró por activa y por pasiva que “los clubes no pueden esperar a la nueva competición de la Champions League en 2024” porque sería “demasiado tarde” en términos económicos.

También remarcó que era una “oportunidad histórica” para poder generar ingresos “nunca vistos” en la historia. De hecho, el portavoz de la nueva competición insistió en que el nuevo formato sería mucho mejor para aquellos clubes que no jugarán la nueva competición. 

El presidente del Real Madrid piensa que a mayores ingresos de los clubes más poderosos, los más modestos se beneficiarán puesto que “habrá un mayor flujo de fichajes con la entrada de dinero en circulación”. "Si no hay dinero no se mueve", se lamentó Pérez.

Además, la Superliga aseguró en su comunicado que se creará un fondo para aquellos equipos que no vayan a formar parte de la competición para amortiguar el posible impacto negativo. “El fútbol es solidaridad y hemos hablado con UEFA para aportar nuestro grano de arena y que nadie se quede fuera”, incidió Florentino Pérez en la entrevista.

Los 12 clubes implicados van a llevarse un botín de 3.500 millones de euros que se repartirán en función de la importancia y el peso de cada club. Dicha cantidad será financiada por JP Morgan, el banco que está detrás del nuevo formato futbolístico.

LaLiga habla de pérdidas millonarias

Pero a LaLiga no le salen las cuentas. La patronal del fútbol español criticó duramente el domingo, antes de anunciarse el proyecto, a quienes han decidido formar parte de la nueva Superliga. 

Fuentes de LaLiga señalan a este periódico que desde hace meses conocían los movimientos de varios clubes para crear un nuevo formato, aunque “no esperaban que se concretara todo tan pronto”. 

La institución gobernada por Javier Tebas realizó un estudio en el que hablaba de que las pérdidas para el resto de clubes de Primera sin la participación de Atlético, Real Madrid y Barcelona ascendían hasta los 1.720 millones de euros. Esta cantidad se deduce, sobre todo, de una inferior subasta en los derechos televisivos y al denominado match day (entradas, venta de artículos oficiales o restauración). Así, la marcha de los tres gigantes supondría un recorte de facturación de hasta el 43%, de acuerdo con las cifras que maneja LaLiga.

Además, la propia industria del fútbol sufriría enormemente el hueco que dejarían los tres equipos más laureados de la historia. En la actualidad, el deporte rey representa más de 1,37% del PIB (con un volumen de actividad económica de 15.367 millones de euros) y que mantiene alrededor de 180.000 puestos de trabajo. 

A su vez, el fisco recauda en impuestos más de 4.100 millones de euros en la industria del fútbol. El mismo estudio revela que se pasaría del 1,37% anteriormente indicado al 0,93% del PIB.

2.500 millones en valor de marca

Por si los cruces de acusaciones protagonistas no fueran suficientes, Brand Finance (una de las consultoras más importantes en valoración y estrategia de marcas) asevera en un informe que los clubes creadores de la Superliga podrían perder 2.500 millones de euros en valoración si culminan el proyecto.

“El incremento de ingresos al que están mirando los clubes fundadores no está teniendo en cuenta el riesgo que asumen frente a los aficionados o el riesgo de reputación en sus marcas, sin contar con el doble impacto negativo que pueden sufrir en sus marcas los fundadores si encima no les acompañan los invitados”, recalca Teresa de Lemus, directora general de Brand Finance España. 

Según el escenario más probable que maneja la consultora, los clubes perderían alrededor de 1.100 millones en ingresos al año. Además, todas las marcas sufrirán daños reputacionales significativos, lo que provocará una caída del valor de la marca de 2.500 millones de euros. 

Esta pérdida es una combinación de una bajada de facturación por derechos de emisión, ingresos comerciales y por ingresos el día de partido, suponiendo que la UEFA no permitiera que los equipos compitieran en la Champions y que las ligas nacionales también retiren a los equipos de sus plantillas.