Las transacciones bancarias digitales cada vez son más habituales. La sofisticación de la banca digital y de los smartphones han permitido que los españoles puedan operar con su entidad sin necesidad de pisar una oficina. Este fenómeno, añadido a los flujos migratorios hacia las ciudades y a la integración bancaria han provocado que la red de oficinas se haya reducido en un 51% desde 2008.

Los cierres han sido desiguales por provincias. Según un informe de la Fundación Ramón Areces y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), Barcelona es donde se ha producido un mayor número de clausuras, un 65% entre 2008 y 2020. En Castilla - La Mancha, la reducción de sucursales es del 34%, es donde menos cierres se han producido.

De las oficinas que se han cerrado desde 2008, el 83% estaba en municipios de más de 10.000 habitantes y el 46,5% en ciudades de más de 100.000. Con todo, el informe apunta que la población sin oficina bancaria en su municipio ha crecido en 450.000 personas con respecto a 2008. Con datos de 2019, 1,4 millones de habitantes no tienen una sucursal en su lugar de residencia.

No es síntoma de exclusión

El estudio, que también analiza la presencia de centros educativos y salud, indica que "no tener una oficina bancaria en el municipio de residencia no implica necesariamente un problema de exclusión financiera, ya que hay otras vías de acceso a los servicios financieros como la banca online".

Desde IVIE y la fundación Ramón Areces añaden que el desplazamiento medio entre un municipio sin oficina bancaria y la más próxima es de unos 11 minutos en coche. En ocho localidades españolas, el tiempo necesario para llegar a una sucursal es de 45 minutos en coche.

Problema de la administración

Ambas instituciones apuntan que aunque la digitalización juega un papel clave para evitar la exclusión financiera, todavía hay población a la que no llega internet o que no tienen conocimientos para acceder a la banca online. En estos casos, el informe subraya que "es la administración pública la que debe resolver el problema, asegurando que la red llegue a todos los municipios".

Añaden que "no debe responsabilizarse a la banca del problema, ya que el negocio bancario, como cualquier otro, debe ser viable, lo que no es compatible con mantener oficinas que no son rentables".

Cabe señalar que el acceso a los servicios bancarios de la España vacía es un fenómeno que preocupa al sector y para el que se están llevando a cabo diversas iniciativas, desde autobuses convertidos en bancos a oficinas de Correos donde se puede retirar efectivo.