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Innovación y compromiso social para una revolución verde

En su apuesta por una transición energética justa, Endesa quiere reconvertir las viejas centrales térmicas en centros punteros para el desarrollo de la producción industrial de hidrógeno verde

En su apuesta por una transición energética justa, Endesa quiere reconvertir las viejas centrales térmicas en centros punteros para el desarrollo de la producción industrial de hidrógeno verde

Endesa

Endesa está plenamente involucrada en el objetivo de una economía 100% descarbonizada para el año 2050. Pero el esfuerzo para llevar a buen término la reconversión industrial más importante en la historia del sector energético español no se agota en la reducción de emisiones. Las transformaciones asociadas a esta revolución verde afectan a miles de personas que han vivido y trabajado alrededor de las viejas plantas de generación que hoy están siendo sustituidas por parques eólicos y fotovoltaicos. 

Sin perder de vista sus objetivos ambientales, Endesa ha trabajado desde el principio para conseguir una transición energética justa. Hay que avanzar en la descarbonización con la generación de energía verde y materias primas sostenibles. Pero también favorecer el desarrollo humano de las áreas que florecieron gracias a las minas de carbón y las centrales térmicas.

El desafío es mayúsculo; y la respuesta de Endesa, ambiciosa. Se trata de vincular el potencial industrial y profesional de las viejas centrales térmicas con una de las tecnologías más disruptivas por las que Endesa apuesta en su estrategia de descarbonización: el desarrollo industrial del hidrógeno verde.

Una apuesta de futuro

El hidrógeno es una materia prima básica que hoy se utiliza en multitud de procesos industriales, además de un combustible limpio con una gran densidad energética. El problema es que, hasta ahora, su producción depende de técnicas que requieren de combustibles fósiles e implican la emisión de grandes cantidades de CO2.

Pero existe una forma de producir hidrógeno sin emisiones: la tecnología que, a partir de la electrólisis del agua, permite separar el hidrógeno del oxígeno. Y que cuando utiliza electricidad de origen renovable produce el llamado hidrógeno verde. Actualmente, las plantas de producción de hidrógeno verde a gran escala no son competitivas. Pero se estima que lo sean en el medio plazo, gracias a las mejoras tecnológicas y la reducción del coste de generación de las renovables.

Por una industria española de la electrólisis

Endesa apuesta por esta tecnología con la creación de proyectos de producción de hidrógeno verde vinculados a parques de producción de energía renovable. Como parte de su ambicioso programa de proyectos para la transición energética valorado en 23.000 millones de euros, la compañía ha presentado recientemente su interés en desarrollar hasta 23 proyectos de hidrógeno renovable que abarcan toda la cadena de valor de este vector energético. Con una inversión asociada de más de 2.900 millones de euros, pretende contribuir a la creación de una industria española de fabricación de electrolizadores y bienes de equipo.

De esos 23 proyectos, cinco se localizarán en las viejas centrales térmicas de Andorra ( Teruel), Compostilla (León), As Pontes (A Coruña), Litoral (Almería) y Alcudia (Mallorca), parcialmente convertidas en modernas instalaciones para la producción de hidrógeno con energía verde.

«Son áreas especiales donde hemos estado muchos años y queremos seguir presentes. Ahora se abre una oportunidad para transformar estos centros de generación basados ​​en carbón y queremos construir plantas con tecnologías innovadoras como la fotovoltaica, la eólica y la producción de hidrógeno. La combinación de estas tecnologías puede hacer que sea un complejo moderno y sostenible», explica el director general de Generación de Endesa, Rafael González.

El referente de Teruel

El proyecto de la central de Andorra, en Teruel, representa de manera ejemplar la filosofía e intenciones de la transición energética justa liderada por Endesa y condensada en los planes del programa Futur-e. Su plan de instalación de hidrógeno renovable de 60 MW, presentado ante el Ministerio de Transición Ecológica, con un valor de inversión de 294 millones de euros, pretende ser el colofón de una intervención a gran escala cuya primera fase ya está en marcha y está contribuyendo a mantener el empleo y la actividad en la zona.

Sonia Bielsa, cuarta generación de su familia que trabaja en Endesa, inició su carrera profesional en la central térmica de Andorra. Cuando esta cerró, pasó a formar parte del equipo de los parques eólicos que se han construido en el entorno.

Coincidiendo con los trabajos de desmantelamiento de la vieja central térmica, se están instando en la misma parcela un parque solar fotovoltaico de 50 MW y un parque eólico de 49,4 MW en el término municipal de Ejulve (Teruel).

El plan para Andorra se extiende a los municipios de Alcorisa, Alcañiz, Calanda e Híjar. Y cuenta con una inversión total, hasta 2026, cercana a los 1.500 millones de euros. Prevé la instalación de 1.725 MW de potencia renovable, de los cuales 1.585 MW corresponderán a la mayor planta solar en construcción en Europa. El proyecto contará, además, con un sistema de almacenamiento energético a gran escala de hasta 159,3 MW.

Digital y libre de CO2

Todas estas iniciativas forman parte del compromiso de Endesa por un modelo energético sin emisiones. El plan estratégico 2021-2023 de la compañía incide en los dos grandes pilares de su política de transición energética. El desarrollo de energías renovables, con un aumento del 50% del parque eólico y fotovoltaico hasta 11.500 MW y con una inversión de 3.300 millones, para conseguir que a finales de 2023 el 89% de la producción peninsular esté libre de emisiones de CO2. Y el impulso a la digitalización de su red, con una inversión de otros 2.600 millones.

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